Construcción Inmobiliario

La china Wanda podría abandonar el mayor proyecto inmobiliario de París desde Eurodisney

  • Macron tiene recortar los costes del Gran París para reinventar la ciudad
  • Los Juegos Olímpicos de 2024 han trastocado los planes de inversión
El presidente francés Emmanuel Macron. Reuters

Los planes de contención de gasto de Emmanuel Macron podrían enterrar el gran proyecto inmobiliario en París de Wang Jianlin, el magnate chino que fracasó en su intento de remodelar el Edificio España en Madrid y que ostenta el 20% del club de fútbol Atlético de Madrid.

El proyecto, llamado EuropaCity y cuyo socio es Auchan (matriz de Alcampo), planeaba invertir 3.100 millones de euros en un complejo de ocio con hoteles, cines, centros comerciales, y hasta un circo y una pista de esquí al estilo del Xanadú de Arroyomolinos, está en el aire ante el posible freno a la conexión con la red de metro parisiense. En el aire queda la que sería la mayor inversión de este tipo desde la construcción de Eurodisney en 1992.

Esta conexión, clave para este desarrollo urbanístico, forma parte del Gran París proyectado por Nicolas Sarkozy en 2008 y que François Hollande quiso reimpulsar el año pasado. El objetivo era reinventar París con una inversión de 35.000 millones de euros en un plan de infraestructuras que incluiría duplicar la red de metro de la capital francesa. Se preveía como la mayor transformación de la Ciudad de la Luz desde el mítico Plan Haussmann del siglo XIX.

Ahora, el nuevo gobierno de Macron ha apuntado que podría haber modificaciones a los planes de sus predecesores, incluyendo decisiones "difíciles" sobre las inversiones en transporte, lo que podría traer retrasos. "Estamos definitivamente preocupados por el calendario de la expansión del metro en el plan Gran París", explica Benoit Chang, director de la joint venture de Wanda y Auchan. "Si se pospone, ¿qué garantías hay de que esta línea de metro se construya alguna vez".

Problemas para Macron

El presidente francés está entre la espada y la pared mientras los costes del proyecto aumentan, y las estimaciones oficiales de 2010 se han duplicado, con un impacto en la deuda pública que podría llegar hasta el año 2100. Buena parte del sobrecoste viene por la elección de París como sede de los Juegos Olímpicos de 2024 en verano del año pasado. Precisamente, los promotores de EuropaCity quieren hacer coincidir la inauguración del proyecto con los Juegos.

Ante esta situación Macron está obligado a contener costes y elegir entre qué líneas podrían ser sacrificadas, decisiones que podrían ser políticamente explosivas.

El proyecto de Wanda se vería afectado si recortan la línea 17, al igual que a los propios planes para los JJOO de 2024. Si toca la línea 18, que conectaría el hub tecnológico de Saclay con el aeropuerto de Orly y el centro de París, las críticas lloverían por su promesa de convertir a Francia en una referencia en el mundo startup. La línea 16, por su parte, está destinada a mejorar las comunicaciones de algunos de los barrios más pobres de la ciudad.

Pero las dudas también vienen por el lado de Wanda. El holding de Wang Jianlin esta desinvirtiendo miles de millones desde hace meses, y pese a prometer dar guerra a Disney como líder del entretenimiento global. Sin embargo, entre sus problemas de deuda y la presión del gobierno chino, ha moderado sus ambiciosos planes.

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