
La banca, expertos financieros y hasta el Banco de España están convencidos de que los litigios judiciales y puede que hasta la futura ley hipotecaria, si establece condiciones muy garantistas, acaben encareciendo el préstamo. Se trataría de una traslación de los costes derivados de esas contingencias que a fecha actual continúa sin aparecer en las estadísticas.
Según los datos del Banco de España, el precio medio aplicado en los préstamos para compra de vivienda fijó un suelo en el 2,19% TAE el pasado mes de marzo, ligeramente inferior al 2,21% previo -esta referencia incluye todo el juego de comisiones asociado a la operación, además del interés aplicado-. Una evolución que, paradójicamente, es la inversa al precio del crédito al consumo, donde la intensa rivalidad por prestar no lo abarata -su TAE subió del 8,91 al 9,02% en el mismo periodo-.
La realidad estadística contradice aún los pronósticos. Se espera que más pronto que tarde los precios históricamente bajos que se están viendo en las hipotecas comiencen a rebotar por el coste sobrevenido encajado por la banca con la judiciliación de las cláusulas suelo, los gastos de constitución -notarios, registros, etc- y un potencial endurecimiento de los procesos ejecutorios que traerá la reforma del mercado hipotecario que ultima el Gobierno cuando haya impagos.
Ejecución hipotecaria
Según el borrador del anteproyecto de ley, la ejecución hipotecaria ya no se podrá activar a las tres cuotas de amortización morosas sino cuando la deuda represente el 3% del importe del crédito si se concedió a diez años ó el 5% para plazos superiores. Y entidades como Bankia, Sabadell, BBVA ó Santander han cambiado ya contratos para asumir parte de los gastos de formalización del préstamo que antes pagaba el cliente.
Es inevitable que esas cargas o una mayor dificultad de recobro se repercuta en el producto, al que además comenzará a trasladarse las expectativas de alzas de tipos que espera el mercado. Un buen número de entidades elevaron, de hecho, entre un 0,05 y 0,25 el diferencial en sus precios entre diciembre y enero pasado y tuvo su reflejo en la TAE con un ligero repunte laminado en los siguientes meses. En este lapso de tiempo el euríbor se hundido desde el -0,08 marcado en diciembre al -0,119% que fijó el pasado mes de marzo.
Otro factor susceptible de empujará el cambio estadístico es la creciente contratación de préstamos a tipo fijo, que garantizan unos ingresos recurrentes a la entidad oferente y ganan atractivo para el cliente que quiera 'blindar' la cuota de amortización a la TAE más baja ofertada nunca, antes de que el precio del dinero vuelva a subir.
Solo un 42,8% de las nuevas operaciones se firman a tipo puro variable, siendo mayoría antes de la crisis, y más del 30% mantendrán invariable su interés durante toda la vida del préstamo, cuando su uso era apenas testimonial durante el boom inmobiliario.
En el primer trimestre se otorgaron operaciones por 8.909 millones de euros, importe que crece un 8,99% interanual.