Construcción Inmobiliario

ACS enfrenta una sanción en Brasil por abandonar un proyecto fotovoltaico

La ingeniería Cobra, filial del Grupo ACS, se enfrenta a una multa en Brasil que podría ascender a 20 millones de euros por la cancelación de un contrato para desarrollar nueve plantas fotovoltaicas, con una potencia de 270 megavatios (MW) y una inversión estimada de 406 millones de euros, que se adjudicó en 2014.

La compañía que lidera Florentino Pérez y otros cinco grupos internacionales, entre los que figura la también española Fotowatio Renewable Ventures (FRV), con 150 MW, solicitaron a las autoridades brasileñas a principios de 2016 ampliar en dos años el plazo para entregar una serie de proyectos de energía fotovoltaica como consecuencia, fundamentalmente, de la devaluación que ha sufrido el real brasileño respecto al dólar. Las empresas también arguyeron que el año pasado no se logró crear una cadena productiva del negocio solar en Brasil que ha dificultado el acceso a la financiación para poder ejecutar los trabajos.

Los contratos, correspondientes a la primera subasta solar celebrada en el país hace dos años, establecen que las instalaciones, con una capacidad conjunta de 670 MW, deben estar operativas a partir de octubre de 2017.

La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel) rechazó el pasado mes de junio la petición de estas empresas, entre las que figuran, además de ACS -que actúa a través de Cobra y de su filial en el país Lintran-, y Fotowatio, que fue adquirida el año pasado por la empresa de Arabia Saudí Abdul Latif Jameel Energy, la canadiense Canadian Solar, así como las brasileñas Renova Energia, Grupo Rio Alto y el consorcio Inharé, integrado por Construtora A. Gaspar e Inharé Projetos.

En este escenario, el Gobierno de Brasil planea cancelar los contratos, lo que previsiblemente acarreará sanciones para los contratistas que pueden alcanzar el 5 por ciento de la inversión proyectada. Así lo avanzó recientemente el responsable de Planificación y Desarrollo del Ministerio de Energía de Brasil, Eduardo Azevedo quien, en todo caso, indicó que el objetivo del Gobierno brasileño es rescindir estos contratos de manera ?amistosa?.

Durante la celebración de la feria Intersolar South America, en Sao Paulo, Azevedo declaró que el Ejecutivo carioca trabaja para adaptar el marco jurídico para facilitar la salida de los proyectos de los desarrolladores fotovoltaicos adjudicatarios hace dos años, según recoge Bloomberg. El dirigente brasileño hizo hincapié igualmente en que "la capacidad de generación que necesita Brasil es la que puede llegar a realizarse".

Precio inviable

"Un proyecto que entra en operación con un precio no viable, no es bueno para nosotros", señaló Azevedo, por lo que "incluso si posponemos los plazos, algunos de esos proyectos no van a conectarse a la red", abundó. Cuando se adjudicaron los contratos, el precio por megavatio hora se situaba en 215,12 reales, que entonces equivalían a 87 dólares. Sin embargo, la crisis de la divisa brasileña hizo que a comienzos de este año, cuando las empresas pidieron la prolongación de los calendarios, el precio alcanza los 66 dólares. Con la cotización actual, el precio se situaría en 65,7 dólares.

Cobra es la empresa, entre las que han reclamado la suspensión, con más capacidad en proyección, de 270 MW, en los complejos de Dracena (120 MW) y Guaimbe (150 MW), situados en el norte de Sao Paulo. Le siguen Fotowatio, con 150 MW, Renova Energia, con 100 MW, Canadian Solar, con 90 MW y Rio Alto e Inharé, ambas con 30 MW.

Estas compañías fueron adjudicatarias de la primera subasta de energía fotovoltaica en Brasil, que totalizó proyectos por 889 MW. Entre los ganadores entonces también se encontraba Enel Green Power (ENG), filial de la italiana Enel -matriz a su vez de la española Endesa- que, sin embargo, no se ha sumado a la petición las otras empresas.

WhatsAppWhatsAppTwitterTwitterLinkedinlinkedinBeloudBeloud
FacebookTwitterlinkedin