
Pekín, 18 ago (EFE).- La tendencia alcista del mercado inmobiliario en China siguió moderándose en julio, al registrarse subidas de precios en un menor número de ciudades que en meses anteriores, publica hoy la Oficina Nacional de Estadísticas del país.
De las 70 principales urbes del país, los precios de la vivienda nueva subieron en 51 en julio respecto al mes anterior, por debajo de las 55 de junio y las 60 de mayo, muestran los datos oficiales.
China no divulga un porcentaje global de variación de los precios de la vivienda en todo el país y se limita a dar a conocer los cambios interanuales e intermensuales de los precios en las 70 principales ciudades como indicador de la evolución del mercado inmobiliario.
En el séptimo mes del año hubo, sin embargo, descensos de precios en 16 ciudades, seis más que en junio y doce más que en mayo.
En términos interanuales, 58 urbes registraron incrementos en el precio de la vivienda nueva, mientras en 11 se vieron caídas, comparado con las 57 ciudades con subidas y las 12 con bajadas de junio.
La ciudad de Shenzhen, localidad en el sur de China vecina a Hong Kong, volvió a ser líder en el ránking y registró un aumento de los precios del 41,4 % interanual en julio, siguiendo la estela de aumentos que registra mes a mes desde el pasado verano.
No obstante, la subida fue inferior a la de junio o mayo, del 47,4 % y 54 % interanual, respectivamente.
El calentamiento del mercado de la vivienda de Shenzhen se ha visto favorecido por la combinación de una relajación de la normativa local acometida por el ayuntamiento y las políticas de estímulo del Gobierno central de Pekín, que han abaratado los intereses del crédito y las hipotecas.
Por detrás de Shenzhen, se situaron ciudades de primer nivel como Shanghái o Pekín, donde la vivienda se encareció un 33,1 % y 22,7 %, respectivamente.
La ciudad de Jinzhou, en la provincia nororiental de Liaoning, volvió a estar al frente de las bajadas de precios, con caídas en el mercado inmobiliario de un 3,8 % interanual, por encima del 3,5 % interanual de junio.
El sector de la vivienda chino mostró síntomas de recuperación a partir de la segunda mitad de 2015 después de más de un año de estancamiento, un proceso al que ayudaron las medidas de estímulo del Gobierno, entre ellas recortes de tipos de interés y la reducción de los depósitos exigidos a los compradores.
Sin embargo, la situación difiere mucho según el lugar, ya que en grandes ciudades en zonas prósperas del país los precios han crecido a niveles preocupantes, mientras que en urbes de tamaño medio y situadas en áreas menos desarrolladas hay todavía grandes inventarios de vivienda sin vender.
De ahí que las autoridades estén tomando diferentes medidas: en algunos puntos como la metrópolis de Shanghái se han implementado políticas para contener los riesgos de una burbuja inmobiliaria, mientras en localidades de menor tamaño se exploran alternativas para animar las ventas.