
El ladrillo parece olvidar sus peores momentos. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector avanzó un 5,1% anual en el segundo trimestre del año, siendo uno de los motores del PIB en este periodo. Esto se ha traducido en más empleos y es que desde el mes de febrero se ha recuperado el nivel del millón de puestos asociados al ladrillo. Según el Ministerio de Empleo, los 1,030 millones de trabajadores de la construcción suponen un 4,5% más que hace un año.
Sin embargo, si se ven los datos de años anteriores, las noticias no son tan buenas ya que el peso de la construcción tanto en el PIB como en el empleo apenas ha recuperado los niveles del año 2013. Los 26.934 millones de euros que añadió a la economía en el segundo trimestre suponen apenas el 9,8% de lo que se produjo en España en ese periodo. Desde 1995 sólo hay un año peor, 2014, cuando la construcción aportó el 9,5% del PIB.
En el tramo final de los 90, la aportación del ladrillo a la economía rondó el 15%, un nivel que se disparó hasta alcanzar el 21% del PIB en los años 2006 y 2007. Es decir, entonces, el peso de la construcción era más del doble del que registra ahora. A partir del año 2007, el ladrillo vive una época de declive que le ha llevado a los niveles actuales.
Cuarto puesto en empleo
En el caso del empleo, la evolución es, lógicamente, muy similar. El sector llegó a suponer 12 de cada 100 puestos de trabajo que existían en España y tocó techo en 2007, cuando registró más de 2,4 millones de empleados. Ahora, los puestos son la mitad que entonces y el millón de personas que ocupa le han relegado al cuarto puesto entre los sectores. Por delante, están los servicios, la industria y el sector primario. Es decir, ahora mismo la construcción emplea a menos personas que la agricultura, la ganadería y la pesca.
De esta manera, mientras que en los mejores años del boom del ladrillo, la construcción ocupaba al 12,6% de los trabajadores, los 44.000 puestos creados en el último año apenas han elevado este nivel al 6%, es decir, la mitad de lo que aportaba en los años de mayor crecimiento.
Habrá que esperar a los datos de los próximos meses para ver si la evolución positiva de los últimos meses se mantiene. Por ahora, la obra pública empuja y también se empiezan a construir viviendas pero muy lejos de los niveles de los mayores años de crecimiento.