
La industria aseguradora ha encontrado un nuevo caladero en el imparable mercado del alquiler. En apenas un año la cobertura de las viviendas con inquilinos ha saltado del 29,8 al 68,5% y escala del 50 al 60% en casas de renta antigua, según datos de la Memoria Social del Seguro presentada ayer por Unespa y de su edición previa.
Los apuros de la crisis barren suspicacias de propietarios, ahora más persuadidos de sacar rédito a inmuebles antes desocupados ante una demanda pujante, sobre todo de jóvenes, por los inferiores salarios y la competencia de arrendatarios profesionales. España siempre ha estado a la cola en mercado de alquiler aún siendo de los países en el mundo con mayor propiedad por habitante. Pero se estima que durante la crisis el parque podría haberse duplicado -un estudio del Banco de España cifraba en un 50% el incremento en la década finalizada en 2011, hasta copar casi el 15% de las viviendas existentes-.
Sigue siendo pequeño en relación al censo total, pero abre nicho de actividad donde florecen firmas especializadas con productos que facilitan el alquiler al garantizar su cobro y cubrir desperfectos de inquilinos cuando la comercialización de pólizas tradicional frenó. Y es que el momento crucial para prescribir el seguro es con la firma de hipotecas, cuya contratación ha comenzado a remontar, aunque a unas cifras muy inferiores que en épocas precrisis.
El número de viviendas aseguradas en España roza las 17,82 millones, con coberturas por valor de unos 2,2 billones de euros. Según la Memoria Social de Unespa, el 92% de pisos y casas con hipotecas se encuentran protegidas por pólizas, pero el informe también revela que aún existe un 21,1% de residencias que se compraron sin crédito o lo han amortizado que carecen de pólizas de hogar, aún cuando algunas compañías han puesto su foco en este campo.
Accidentes de tráfico
En las casas, a diferencia de los vehículos, el aseguramiento es voluntario. Sin embargo, la tranquilidad de no tener que correr con costes o disputas vecinales promueve su suscripción cuando se ubica en fincas de varios propietarios y crece en tamaño. Así, mientras el 68,7% de las casas adosadas disfruta de pólizas, sube al 81,8 en edificios con más de diez vecinos; o el grado de suscripción escala del 31,6 al 82,6% entre un piso de 35 metros cuatrados o menos a otro que excede los 251 metros.
Por vez primera, la Memoria Social del Seguro incorpora un balance del soporte asegurador a las víctimas por accidentes de tráfico, cuando ahora que está en trámite parlamentario el nuevo baremo de autos, elevará las indemnizaciones para los accidentados más graves y actualizará sus supuestos a la realidad social. Desde que se aprobó el primer baremo en 1995 hasta ahora, el seguro ha asumido 49.600 millones en indemnizaciones por daños personales y costes sanitarios, a razón de 6 millones cada día.
Unos 41.000 millones son compensaciones a los afectados -9,2 millones de víctimas y casi 200.000 familiares indemnizados- y 8.600 millones en pagos por servicios púlbicos sanitarios. No incluye los gastos materiales de vehículos.