
La alcaldía de Barcelona es uno de los objetivos clave para los partidos políticos en las elecciones municipales del 26 de mayo, y por ello la pugna por liderar el consistorio de la capital catalana será uno de los grandes puntos de interés en la campaña electoral que empezará la medianoche de este jueves al viernes. Ya la precampaña está siendo intensa, y las promesas más concretas de las formaciones políticas, recopiladas por elEconomista, se centran en los asuntos que han sido los puntos débiles de la legislatura de Ada Colau, es decir, seguridad, vivienda y apoyo a la actividad económica (incidiendo en comercio y turismo).
Este martes, Colau respondió a las críticas que le llegan desde todas las formaciones de la oposición, sobre el aumento de la delincuencia en la ciudad, arremetiendo contra la Generalitat. En una conferencia y por las redes sociales, acusó al conseller de Interior, Miquel Buch, de "dejación de funciones" y de "abandono" de la seguridad de la capital catalana, con ausencias en reuniones de coordinación y estancamiento del número de agentes de los Mossos d'Esquadra, detrás de lo que se preguntó si se esconden fines electorales para desgastar su candidatura a la reelección como primera edil. La Generalitat desmintió las críticas e instó a la alcaldesa a no politizar la seguridad, que es el tema que más preocupa a los barceloneses hoy por hoy.
Pese a esta circunstancia y los reproches de Colau al Govern, en las propuestas de Barcelona en Comú -que sometió a debate y votación a través de una web- no hay ninguna categoría específica sobre seguridad. En cambio, es uno de los puntos fuertes de las candidaturas que aspiran a arrebatarle el mando, desde ERC a JxCat, además de PSC, Cs y PP. Todos marcan objetivos numéricos para aumentar el número de agentes de la Guardia Urbana más allá de los 3.000 actuales.
Asimismo, ponen cifras a la voluntad de incrementar el parque de vivienda asequible, tras el fracaso de Colau en el que era su objetivo insignia por su pasado en el activismo inmobiliario antidesahucios. La actual alcaldesa también se fija nuevos objetivos, aunque mucho más discretos que hace cuatro años.
El apoyo a la actividad empresarial -con menos burocracia e impuestos- es también una de las bazas que juega la oposición, teniendo en cuenta el alejamiento entre el consistorio y el sector privado durante la legislatura que ahora acaba.