
El recuerdo a las víctimas con motivo del primer aniversario de los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils el 17 y 18 de agosto de 2017 prevé ser el protagonista de esta trágica efeméride, pese a las discrepancias políticas de las últimas semanas respecto a la presencia institucional en el acto central de homenaje.
Finalmente, las principales autoridades estatales y catalanas estarán presentes; juntas, pero no unidas, y ello provoca el recelo del ámbito económico.
Y es que los ataques terroristas de hace un año tuvieron, además de las irreparables pérdidas de vidas humanas y víctimas con secuelas físicas y psicológicas, consecuencias económicas y para la imagen nacional e internacional de un territorio y una ciudad que atraen a millones de turistas cada año.
Por ello, diversas entidades empresariales han alzado la voz para llamar a la responsabilidad política, de forma que las discrepancias entre partidos no perjudiquen a la economía local, añadiendo trabas adicionales -y evitables- a las que ya hay. Por ejemplo, la llegada de turistas internacionales a Cataluña está estancada -con datos hasta junio- y la autonomía vio como casi 30.000 millones de euros en depósitos salieron de sus oficinas bancarias en 2017, informó ayer Efe con datos de las patronales financieras.
Hace unos días, en pleno intercambio de reproches políticos entre independentistas e unionistas por el anuncio de la presencia de los Reyes en el primer aniversario de los atentados, desde el ámbito del comercio y la restauración de Barcelona, cuatro de las principales entidades reclamaron en un comunicado conjunto "no mezclar otras reivindicaciones políticas con la conmemoración del 17-A". Se trata de la Fundación Barcelona Comerç, la unión de ejes comerciales turísticos Barcelona Oberta, la patronal Pimec Comerç y el Gremio de Restauración de Barcelona.
Y los empresarios fueron más allá, solicitando que, pasado el 17-A, el debate político "se desarrolle sin poner en riesgo la ciudad, su proyección internacional o el funcionamiento habitual de su economía". Argumentan que el último año ha sido "especialmente duro, con un retroceso del consumo notable", por lo que piden a los responsables públicos "que pongan las condiciones idóneas para no perjudicar a la economía de la ciudad".
Desde otra entidad, Empresaris de Catalunya, sostienen que el papel de los dirigentes políticos "es el de propiciar la unidad del conjunto de la sociedad frente a fenómenos terribles como el terrorismo y no el de alentar la discordia".
Esta agrupación de unos 500 empresarios y contraria a la secesión catalan considera que el 17 de agosto es momento de homenajear y recordar a las víctimas del atentado y "también de agradecer la labor solidaria y de ayuda que comerciantes, taxistas, hoteleros y hosteleros realizaron en el momento del atentado y posteriores".
Apoyo al Rey
Unos y otros apoyan que los Reyes se sumen al homenaje del 17-A. Los comerciantes y restauradores opinan que para honrar a las víctimas y defender la paz "todo el mundo es bienvenido".
Empresaris de Catalunya defiende explíticamente al Monarca, al que da la bienvenida. El presidente de la entidad, Josep Bou, reivindica: "El Rey es un factor de estabilidad y de buena imagen internacional, precisamente de lo que Catalunya está muy necesitada frente a los arrebatos del separatismo".
Pero desde los partidos y entidades independentistas son de muy distinto parecer. Siguen reprochando al Rey su discurso posterior al referéndum del 1 de octubre, por lo que ni la CUP ni la Assemblea Nacional Catalana (ANC) acudirán mañana por la mañana al acto institucional de homenaje a las víctimas en el centro de Barcelona, en el que sí participarán los Reyes; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el de la Generalitat, Joaquim Torra, y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Habrá una ofrenda floral en la Rambla con familiares de las víctimas, así como actuaciones musicales y lecturas en la plaza Catalunya, en este caso abiertas a todos los ciudadanos que quieran acudir al acto de recuerdo -se reforzará el transporte público-. Pero no habrá discursos por parte de ninguna autoridad, para evitar protagonismos. Colau leerá hoy una declaración institucional con motivo del primer aniversario de los atentados, y Torra prevé hacer lo propio este viernes, tras reunir brevemente a su Ejecutivo de manera extraordinaria y antes de los actos centrales de homenaje, organizados por el gobierno municipal.
El presidente catalán también se sumará al acto alternativo que organizarán por la tarde la ANC y Òmnium Cultural frente a la cárcel de Lledoners, en la que se encuentran varios líderes soberanistas por su presunta implicación en la organización del 1-O.
En un principio, querían destacar las figuras del exmayor de los Mossos Josep Lluís trapero y del exconseller de Interior Joaquim Forn, pero ambos declinaron dicho protagonismo en un homenaje que es finalmente genérico por las víctimas y por la actuación de los cuerpos de seguridad y emergencias en aquellas fatídicas fechas que dejaron 16 muertos y más de un centenar de heridos.
La Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Acvot) tampoco acudirá al homenaje impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, y celebrará uno propio esta tarde, según EP. Entre hoy y el sábado también hay actos organizados por las instituciones locales de Ripoll -localidad de los terroristas-, Alcanar -donde estallaron explosivos el día anterior a los atentados- y Cambrils.