
Los riders de Glovo siguen los pasos de los repartidores de Deliveroo y cuestionan si la relación que mantienen con la empresa se ajusta a su actual condición de autónomos.
Por ello, un grupo de trabajadores de Glovo en Barcelona, conjuntamente con el sindicato IAC, presentaron ayer una denuncia ante la Inspección de Trabajo y Seguridad social contra la compañía de reparto a domicilio por considerar que les trata como "falsos autónomos".
En declaraciones a los medios de comunicación antes de presentar la denuncia, los riders reclamaron que quieren que se les trate como asalariados, ya que la empresa determina aspectos como la jornada y otras condiciones laborales de sus repartidores.
Estos aseguraron que la empresa rechaza cualquier intervención de los trabajadores en la configuración del servicio, como debería ser en el caso de la relación mercantil que se establece con los autónomos.
Los repartidores de Glovo que acudieron ayer a la Inspección de Trabajo, con el asesoramiento del bufete jurídico Colectivo Ronda, transportan comida a domicilio, al igual que los riders que han presentado varias denuncias contra Deliveroo durante los últimos meses, que en algunos casos han acabado en los juzgados.
Según el abogado del Colectivo Ronda Natxo Parra, responsable de la denuncia, los llamados riders se han convertido en "la punta de lanza en la lucha contra la instrumentalización de la figura del trabajador autónomo como mecanismo de precarización de las condiciones laborales".
La Inspección de Trabajo de Valencia fue la primera en determinar que los repartidores de Deliveroo son trabajadores por cuenta ajena y no autónomos, y hay investigaciones abiertas por este organismo sobre el fenómeno en varias ciudades.
Defensa del modelo
La empresa Glovo se defendió ayer ante la denuncia señalando que la relación que le une con sus repartidores se ajusta a la legalidad. La firma de mensajería apuntó que el contrato entre las partes se basa en "la total flexibilidad del repartidor" y en "su plena autonomía de organización", puesto que el rider decide "cuándo y cómo va a prestar sus servicios".
Glovo señaló también que la Inspección de Trabajo validó inicialmente su modelo de negocio en Barcelona, Madrid y Valencia, y se puso a disposición de las administraciones y de las asociaciones de profesionales autónomos que puedan surgir en el sector en un futuro.
Por otro lado, la compañía añadió que el colectivo que mostró ayer su apoyo a la denuncia representa una minoría de los más de 1.000 riders que semanalmente realizan pedidos para Glovo en la capital catalana.