Cataluña acumula un déficit de inversión en infraestructuras de 35.000 millones de euros entre 2009 y 2020 teniendo en cuenta los tres niveles de administración (estatal, autonómica y local; que se suelen repartir en magnitudes similares de un tercio cada una), según los cálculos de Foment del Treball, que ha elevado la cifra en 7.000 millones desde el primer estudio que realizó sobre la materia dos años atrás.
Estas cifras surgen de la diferencia entre la inversión media de la eurozona en infraestructuras, del 2,2% del PIB -que Foment reivindica alcanzar- y las licitaciones efectuadas realmente. Además, a esta diferencia se suman otras circunstancias que la patronal reclama solventar, como el "recurrente" bajo nivel de ejecución presupuestaria, así como la repetición de partidas presupuestarias a lo largo de los años por obras que se retrasan, lo que "distorsiona" el volumen real de inversión, ha lamentado en rueda de prensa el vicepresidente de Foment y presidente de la Cámara de Contratistas de Obras de Cataluña (CCOC), Joquim Llansó.
El presidente de la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, ha incidido en que, si no se revierte esta situación, Cataluña irá "perdiendo competitividad" por el retraso de infraestructuras clave para el progreso económico y social de la región.
5.000 millones anuales
Conseguir una licitación de obras del 2,2% del PIB catalán se traduce en aproximadamente 5.000 millones de euros anuales, de forma sostenida y recurrente, para el conjunto de todas las administraciones. En cambio, la licitación se encuentra por debajo de esta magnitud desde 2010. En 2020, por ejemplo, la licitación de todas las administraciones públicas en Cataluña fue del 0,7% del PIB.
En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2022, la dotación presupuestada para inversiones en Cataluña es de 2.230,74 millones de euros, el 17,2% del total de las inversiones que pueden regionalizarse. Esta cifra supone un incremento del 11,6% respecto a los presupuestos de 2021 y sitúa a Cataluña como segunda comunidad con más peso sobre el total de inversiones presupuestadas, justo por detrás de Andalucía (17,4% de las inversiones regionalizables).
Sin embargo, las cifras todavía se sitúan por debajo del peso económico de Cataluña en el PIB del Estado (19%), indicador de referencia que se contempla en la Disposición Adicional Tercera del Estatuto de Autonomía y que tenía como objetivo corregir el déficit de infraestructuras en Cataluña.
Además, como se analiza en el informe, la inversión finalmente ejecutada está lejos de la inicialmente presupuestada. Desde 2013 a 2020, la ejecución presupuestaria del Estado en Cataluña ha sido del 67,1%, acumulando un déficit aproximado de 3.070 millones de euros entre inversión presupuestada e inversión finalmente liquidada.
Para 2021, el presupuesto de inversiones reales para Cataluña por parte del Estado era de 2.068,1 millones de euros en obligaciones iniciales. Con datos oficiales de la Intervención General del Estado, la ejecución presupuestaria fue de solo el 13,3% al finalizar el primer semestre.
En el caso de la Generalitat, según los datos disponibles, desde 2013 hasta 2020, su ejecución presupuestaria ha sido aproximadamente del 77,1%, y el déficit acumulado de la Generalitat entre las cifras presupuestadas y las ejecutadas es de 2.280 millones de euros para el período 2013-2020.
A nivel histórico, la ejecución presupuestaria de la Generalitat era del 86,1%, y sólo ha alcanzado o superado tres veces la inversión presupuestada desde 1982 (en 2008, 2009 y 2011).
Obras que se eternizan
El informe de Foment incluye el estudio de ocho obras relevantes del Estado en Cataluña y que han sufrido grandes retrasos, dando lugar a sobrecostes y a partidas que se van repitiendo en los sucesivos PGE porque no se llegan a ejecutar. Llansó ha cifrado estas partidas repetidas en una magnitud de entre el 25% y el 35% de cada presupuesto anual, en línea con el porcentaje de las cuentas que no se llega a ejecutar.
Entre estas obras analizadas se incluyen los nuevos accesos viarios y ferroviarios sur en el Puerto de Barcelona, pendientes desde hace décadas y todavía a la espera de iniciar las obras. En el caso del nuevo acceso viario sur al puerto de Barcelona, aunque las obras están paralizadas desde su inicio en 2014, la suma de las dotaciones presupuestarias que constan en los distintos PGE aprobados desde 2006 asciende a 69,79 millones de euros.
Respecto al nuevo acceso ferroviario sur al Puerto de Barcelona, la dotación presupuestaria del acceso ferroviario UIC (Ancho ferroviario estándar) apareció por primera vez en los PGE de 2013 con un coste total inicial de 100 millones de euros y, hasta los PGE de 2022, se han presupuestado más de 122,05 millones de euros.
En los PGE de 2013, se estimaba la finalización de la obra en 2016, pero en los PGE de 2022 la fecha de finalización prevista es diez años más tarde, para el año 2026.