
La Mesa del Parlament ha acordado este martes eliminar la 'licencia por edad', una figura creada en 2008 que permite a determinados funcionarios cobrar sin trabajar durante los cinco años previos a la jubilación.
Se trata de un pacto político apoyado por todos los grupos parlamentarios, aunque para hacerlo efectivo deberán negociarlo con los representantes de los trabajadores en la Cámara catalana, por lo que de momento sigue vigente.
En cualquier caso, la voluntad es acabar con este régimen, tal y como se creó hace más de una década, así como con la modificación que aprobó la Mesa del Parlament a finales de 2021, que pasó desapercibida y que reducía parcialmente este privilegio.
El Parlament de Cataluña gasta unos 1,7 millones de euros anuales en los sueldos de 21 funcionarios que cobran sin trabajar, acogiéndose a la 'licencia por edad'.
Según publicó este lunes el diario Ara, se trata de trabajadores de más de 60 años y con más de 15 de trayectoria en la Cámara catalana, que hasta que se jubilan pueden mantener el salario, con sus respectivas cotizaciones, y seguir sumando antigüedad. Al tratarse de empleados de larga experiencia, algunos de los sueldos superan al del presidente de la Generalitat (130.250 euros anuales) y se acercan al de la presidenta de la cámara, Laura Borràs (155.570).
Teniendo en cuenta los trienios -que en el Parlament implican aumentar un 5% el sueldo por cada tres años trabajados-, de media, las retribuciones más bajas de los funcionarios adheridos a la licencia por edad van desde casi los 4.000 euros brutos al mes por catorce pagas -para ujieres auxiliares o telefonistas- hasta los 10.000 euros mensuales en el caso de los exsecretarios generales o ex jefes de departamento. Ello, multiplicado por 14 pagas, supone entre 56.000 y 150.000 euros al año sin trabajar durante un máximo de cinco años.
La Mesa de la Cámara catalana modificó este concepto laboral el 21 de diciembre, pero su presidenta, Laura Borràs, adujo este lunes que no lo podían eliminar porque al haberse aplicado durante años se ha convertido en un derecho adquirido. Además, los cambios de diciembre no tienen efecto en los beneficiarios actuales ni en quienes lo solicitaron el año pasado.
Desde el 1 de enero de este año, la licencia por edad se ha convertido en una especie de reducción progresiva de jornada por un plazo de cinco años, ligando el sueldo a la asistencia, pero no de manera proporcional, de forma que el empleado puede trabajar media jornada pero cobrar el 90% del salario.
Además, los trabajadores todavía pueden optar a una licencia a tiempo completo sin ocupar el puesto de trabajo en los tres años previos a la jubilación, en vez de cinco.
La Mesa ha pedido un informe a los letrados del Parlament, y valorará cómo proceder con los funcionarios que han solicitado acogerse a la 'licencia por edad' pero todavía no se les ha concedido. Quienes lo tengan concedido lo mantendrán pese a que se elimine el régimen especial, ya que la decisión no puede ser retroactiva.
El porcentaje del sueldo total a cobrar de este régimen especial depende de los años de servicio prestados, pero es posible cobrar el 100% del mismo si el funcionario ha trabajado durante 29 años en el Parlament, en el caso de las licencias que implican no ir a trabajar, informa Europa Press.