Cataluña

La Generalitat arrebatará a Renfe las Rodalies de Lleida en 2024, mientras espera el traspaso

  • El plan ya fue anunciado hace un año y prevé la mejora del servicio
  • El Govern invertirá 65 millones en trenes y su mantenimiento y pasará la factura al Estado

La Generalitat hará uso de su competencia de elegir operador ferroviario y cambiará Renfe por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) en dos líneas de Rodalies de Lleida, que conectan con Cervera y Manresa, aunque habrá que esperar hasta 2024.

Para entonces, el Ejecutivo de Pere Aragonès encargará cuatro nuevos trenes y su mantenimiento durante 15 años, lo que supondrá un coste de 65 millones de euros y cuya factura trasladará a la negociación con el Estado, ha explicado el vicepresidente catalán y consejero del ramo, Jordi Puigneró.

De hecho, su antecesor como consejero de Territorio, Damià Calvet, ya hizo este anuncio hace un año, en septiembre de 2020, pero Puigneró lo presentó de nuevo este martes como la "antesala del traspaso total y efectivo" del servicio de Rodalies del Estado a la Generalitat.

En rueda de prensa tras la reunión semanal del Govern, lamentó que el traspaso de 2010 fue insuficiente, ya que solo incluyó horarios y tarifas: "Fue un traspaso de pacotilla, sin vías, sin catenarias, sin trenes, sin financiación y sin personal. Así no se puede gestionar el servicio que merecen los catalanes".

La administración catalana prevé que el corredor Lleida-Manresa alcance más de 450.000 viajeros en 2026, lo que supondrá un incremento del 55% de la demanda ferroviaria respecto a los datos de 2018.

El servicio, que ahora gestiona Renfe como línea regional, pasará de seis a doce frecuencias diarias en días laborables en el tramo Lleida-Cervera, y de tres a cinco entre Cervera y Manresa, con mayor oferta en los horarios con más demanda y voluntad de mejora de la puntualidad, velocidad y comodidad.

Puigneró ha justificado que la Generalitat no puede asumir toda la red de Rodalies –el anuncio para Lleida supone el 10% del total- por falta de dinero y de la titularidad de las infraestructuras, que espera que el Estado ceda este año: "Necesitamos una respuesta de sí o no, los catalanes no pueden esperar más".

De momento, las líneas de Lleida se convierten así en un ensayo del modelo que quiere aplicar el Ejecutivo autonómico en las Rodalies catalanas, y que en ningún caso espera que sigan gestionadas por Renfe.

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