El Gobierno municipal de Barcelona ha aprobado una suspensión de licencias de un año para evitar la proliferación "descontrolada" de cocinas fantasma –sin servicio directo al público- e iniciar el estudio y elaboración de una normativa urbanística que ordene esta actividad, actualmente en situación de vacío legal.
En una rueda de prensa este viernes, la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, han explicado que la suspensión afecta a establecimientos de platos preparados con obrador y cocinas industriales sin degustación.
La medida ha sido motivada por el rechazo de los vecinos de los barrios de Les Corts y Sant Martí ante la próxima apertura de macrococinas fantasma con entre 25 y 40 módulos de preparación, y Sanz ha confirmado que la suspensión afectará a estas dos macrococinas porque solo cuentan con permiso de obras y no tienen autorización de actividad, ha informado Europa Press.
La concejal ha recordado que actualmente está en marcha un plan de choque para hacer un control "exhaustivo" de estas actividades y garantizar que se cumplen las regulaciones vigentes, aunque ha dicho que el Gobierno municipal no tiene identificadas las cocinas fantasma en funcionamiento, la mayoría vinculadas a plataformas de entrega rápida de comida a domicilio.
"Solo nos constan dos peticiones de licencias de obras", ha dicho Sanz en relación a las macrococinas de Les Corts y Sant Martí, aunque ha admitido que se está investigando el caso de una cocina fantasma activa en la Travessera de Gràcia, en un local que antes ocupaba un restaurante.
En este sentido, ha pedido "responsabilidad y cambios legislativos" a la Generalitat para regular esta actividad de forma específica, ante la posibilidad de que este modelo de negocio se extienda a otros municipios.
Collboni ha lamentado que los inversores decidieran poner en marcha las dos macrococinas ahora paralizadas sin comunicarlo al ayuntamiento, que ha tenido conocimiento de los proyectos a raíz de las quejas vecinales: "Es una mala manera de empezar".
"Estamos a favor de la modernización y la digitalización, pero cumpliendo las normas y respetando la convivencia, la emisiones, la movilidad y la protección de la restauración y la economía local, especialmente en un momento en el que sufre los efectos de la pandemia", ha expresado Collboni.
Negocio en auge
Las cocinas fantasma han crecido en la ciudad a raíz de la pandemia y el confinamiento, con nuevos locales en los que se instalan cocinas para elaborar y repartir comida a domicilio, lo que genera ruidos, olores, humos, vibraciones y afectaciones a la movilidad.
La suspensión no afectará a los negocios de catering y ni al ámbito de Collserola y Montjuïc, las zonas industriales de la Verneda y Zona Franca y los entornos en los que ya existe una regulación específica o una suspensión vigente, como en la 'supermanzana' del Eixample.
Sanz ha admitido la dificultad del Ayuntamiento para tener conocimiento de la apertura de cocinas fantasma por el régimen de comunicados: "Las simplificaciones administrativas provocan que los ayuntamientos pierdan el control. Siempre vamos detrás de la pelota".
Collboni ha recalcado que el Ayuntamiento está abierto a hablar con operadores e inversores que quieran explorar nuevos modelos de negocio en la ciudad, siempre que sean compatibles con el respeto a los vecinos y la economía local: "Orden y progreso", ha subrayado.