
El empresario Joan Canadell ha decidido hacer un paréntesis como presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona y del Consell General de Cambres de Catalunya para probar suerte en la política, a través del nuevo partido Junts, que lidera el expresidente Carles Puigdemont, y al que se sumará como simpatizante.
Canadell ha manifestado este jueves que los obstáculos que ha encontrado la ley de Cambres para que se tramite con acuerdo de los partidos independentistas antes de que finalice esta legislatura el próximo 21 de diciembre "ha sido el detonante para dar el paso a la política".
El empresario ha reconocido que ya tenía in mente la posibilidad de hacer política pero ha reconocido de da un paso al lado "para conseguir que el nuevo reglamento de las Cambres llegue al Parlamento en la próxima legislatura", porque "es muy injusto que se haya decidido que no sea así" ya que se espera desde hace cinco años.
Canadell ha insistido en que "si siguen las presiones de los empresarios y los sindicatos para impedir esta ley, pasarán otros cuatro años sin su aprobación". En este sentido, ha asegurado que la ley de Cambres es imprescindible para que estas instituciones tengan un marco regulatorio que les ayude a desarrollarse y a apoyar a las empresas y autónomos para crear riqueza y empleo.
Sobre sus objetivos políticos, en caso de que sea elegido parlamentario en las próximas elecciones catalanas el 14 de febrero, Canadell ha explicado que trabajará para que "la política se acerque a los empresarios", para que los vea "como un socio a la hora de desarrollar estrategias y actuaciones hacia un necesario cambio de modelo productivo". Así, ha puesto de manifiesto que hasta ahora se ha hablado mucho de "la colaboración público-privada pero cuando se impulsan proyectos de cooperación la parte pública siempre acaba predominando" y ello va en detrimento de la mejora del tejido industrial y del conjunto del territorio.
"Es imprescindible hacer llegar la visión de la empresa a las instituciones y buscar instrumentos de colaboración público-privada eficaces porque nos jugamos mucho, nos jugamos el futuro del país", ha dicho en rueda de prensa.
Delegar, no dimitir
Respecto a cómo afectará su decisión al funcionamiento interno de la Cambra de Comerç y el Consell General de Cambres de Catalunya, Canadell ha avanzado que se ha hecho una consulta al órgano tutelar de la Generalitat de Catalunya para descartar posibles incompatibilidades, "aunque nosotros no las hemos detectado", ha mencionado.
A la espera de este dictamen y en caso de que el próximo domingo salga elegido en las primarias de Junts como uno de los candidatos por la provincia de Barcelona, el presidente de la Cambra delegará sus responsabilidades en la vicepresidenta primera de la institución barcelonesa, Mònica Roca, y para el Consell de Cambres en su director gerente Jaume Fàbrega. "No dimito porque no se sabe si podré entrar en el Parlamento o en el Govern", ha aventurado Canadell.
El comité ejecutivo de la Cambra de Barcelona, formado por los miembros que lideró Canadell a través de la plataforma independentista Eines de País, aprobó ayer este traspaso de papeles. A este respecto, Mònica Roca asintió que no hay ningún obstáculo porque "todo el equipo ha trabajado juntamente durante el más de año y medio que llevan al frente de la institución" y porque, además, cuando tomaron posesión de sus cargos ya se determinó que la presidencia de la Cambra sería rotativa y que al finalizar los dos primeros años de mandato, en junio de 2021, Canadell cedería la presidencia a Mónica Roca.
Se da la circunstancia de que otros tres miembros de Eines de País se presentarán a las próximas elecciones catalanas. Se trata de la vicepresidenta tercera de la institución barcelonesa, la empresaria Roser Xalabarder; la vocal Mònica Masramon presidenta de la Cambra en la delegación del Maresme y representante de la empresa Masley & Leymans; y el también vocal y alcalde de Balenyà por Junts per Balenyà, Carles Valls.