El viento ya no sopla a favor del doctor Oriol Mitjà, el especialista en enfermedades infecciosas, en el que el presidente Torra depositó su confianza para diseñar el plan de lucha contra el Covid-19.
Este infectólogo, que se hizo un hueco en la medicina al encontrar una solución al pian en Papúa Nueva Guinea, ha tenido que asumir críticas porque, al parecer, su investigación sobre el principio activo de la hidroxicloriquina para prevenir el contagio de la enfermedad puede que no tenga los resultados esperados. Hace escasos días, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), dependiente del Ministerio de Sanidad, alertó de que el uso de la hidroxicloroquina pueden producir trastornos neuropsiquiátricos, incluso puede inducir al suicidio.
Según confirmó este domingo el propio Mitjà a través de Twitter, ja han obtenido los resultados y se harán públicos cuando se supere el proceso regulatorio.
En algunos ámbitos los reproches hacia Mitjà se han centrado en su plan para una salida coordinada del confinamiento que diseñó por encargo directo de la presidencia de la Generalitat, sin grandes consensos entre la clase médica. El infectólogo se precia de haber asesorado al Gobierno andorrano con el mismo procedimiento y con acierto para la desescalada en Andorra.
Las críticas al doctor Mitjà se intensificaron hasta el punto que el jefe del servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínico, Antoni Trilla, una autoridad en la materia, ha salido en su defensa. Trilla valoró el ensayo clínico que Mitjà está coordinando con el equipo de su mentor, el jefe de Enfermedades Infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol, Bonaventura Clotet, y gracias al hijo del cual, el actor Marc Clotet, se lanzó la campaña yomecorono para recaudar fondos para esta investigación. En un artículo publicado en La Vanguardia, Trilla aseguraba de la investigación sobre un tratamiento con la hidroxicloriquina que "sus resultados serán válidos: tan relevante será ahora un resultado negativo como un resultado positivo de este y otros ensayos clínicos en curso sobre la prevención y tratamiento del Covid-19".
Mientras, parece que el presidente Torra, que seguía hasta ahora a pie juntillas las tesis de Oriol Mitjà, muy crítico con las decisiones del Gobierno, para rebatir públicamente todas las medidas de Pedro Sánchez, incluso para echarle en cara el incremento de los casos positivos diagnosticados en Cataluña, podría estar cambiando de opinión. La actitud de Mitjà y el seguidismo de Torra ha generado en más de un caso el rechazo de expertos y técnicos del área de Salud Pública de la Generalitat que han estado al frente de la gestión de la pandemia en la primera línea de los hospitales. Cierto es que el presidente catalán dio marcha atrás en aspectos como la propuesta del infectólogo de crear un "certificado de inmunidad" para las personas que hayan desarrollado anticuerpos.
Con este activismo crítico con el Gobierno, pidiendo por ejemplo la dimisión en bloque del Comité Técnico de Gestión del Coronavirus que preside el doctor Fernando Simón, el doctor Mitjà se ha lanzado en el plano mediático y con el uso de las redes sociales contra quienes ponían en duda sus tesis o evidenciaban su cercanía con el Govern.
Ha intentado desmarcarse de estas suposiciones, pero en mayo de 2019 su nombre apareció -aunque él niegue haberlo autorizado- en un manifiesto firmado por 60 científicos y médicos que, en aras a la defensa de la investigación biomética y de las ciencias de la salud, apoyaron las candidaturas de Junts per Catalunya a las elecciones municipales y europeas del 26-M, que tenían por cabeza de lista al exconseller Joaquim Forn y al expresidente Carles Puigdemont, respectivamente.