Cataluña

Javier Pagés: "Las exportaciones de vino europeo a EEUU no se reducirán drásticamente"

  • La DO Cava prevé presentar su plan de renovación "en un mes o mes y medio"
El presidente de la BWW y la DO Cava, Javier Pagés. Luis Moreno

Este miércoles ha cerrado sus puertas la primera edición de la Barcelona Wine Week (BWW), por la que han pasado más de 15.500 visitantes, que han asistido a alrededor de 3.200 reuniones de negocios y 50 actividades programadas. En la feria han participado más de 550 empresas expositoras y 40 Denominaciones de Origen (DO) españolas, y las empresas han presentado más de 600 referencias novedosas durante los tres días de salón en el recinto Montjuïc de Fira de Barcelona.

El salón también ha contado con la presencia de más de 300 compradores internacionales de mercados estratégicos para la exportación del vino español invitados por la organización. De todo ello hablamos con el presidente de la BWW y del Consejo Regulador de la DO Cava, Javier Pagés.

¿Qué balance hace de la primera edición de la Barcelona Wine Week?

Se han superado las expectativas. Los bodegueros han podido hacer negocio y están contentos, y se han cumplido los objetivos de mejorar la imagen y excelencia de vino español, además de aportar conocimiento y tomar el pulso de la actualidad del sector con el programa de ponencias. También ha aportado visibilidad exterior, con un 13% de compradores internacionales.

Esta primera edición de la BWW ha supuesto un cambio de concepto y un modelo transformador que ha satisfecho a los expositores, ponentes y asistentes, y se respira un ambiente de evento interesante en el que profundizar y seguir en los próximos años con un triple objetivo del vino español: vender, internacionalizarse y dar valor al sector.

¿Cuál es el pulso actual del sector en España?

El sector está creciendo de forma moderada, siguiendo la tónica de los últimos años, sobre un 2% en volumen de hectolitros. Exporta el 55% de lo que produce y supone un 1% del PIB nacional, y es muy importante su papel como sector vertebrador del territorio por su vinculación con el campo, el enoturismo y la gastronomía local. Hay que tener en cuenta que España tiene la mayor superficie de viñas del mundo.

¿Se ha hablado en el salón de la amenaza de los aranceles de Estados Unidos?

Uno de los ponentes, el editor ejecutivo de Wine Spectator, Thomas Matthews, explicó que ni el propio sector americano ha presionado para que se implanten aranceles porque el vino importado forma parte de la historia de Estados Unidos; hay cabida para todos, y los consumidores quieren diferentes alternativas. Con todo, ante el nuevo escenario de aranceles, existe incertidumbre, que nunca es buena, y puede haber incidencia a corto plazo, pero creemos que no se reducirán drásticamente las exportaciones de vino europeo.

¿Y cómo afecta al vino español el cambio climático?

El sector está trabajando en buscar variedades y clones más resistentes a las plagas por el calor, pero a la vez, las variedades autóctonas están muy arraigadas en nuestro suelo y son resistentes porque llevan cientos o miles de años en el territorio. Además, España también está apostando por el vino ecológico, y es líder mundial en superficie de viñedos ecológicos, con un 14% del total.

¿Qué retos y oportunidades tiene el sector vitivinícola español?

Los retos pasan por incrementar ventas y tener mayor presencia en los mercados mundiales, así como aumentar el valor. La calidad del vino español es muy elevada y aún nos falta comunicarlo mejor en el exterior, para que sea reconocida en su justa medida a nivel de precios. La oportunidad es que hay recorrido para conseguirlo.

El sector del cava lleva un tiempo revuelto. ¿En qué punto está el plan de renovación de la DO Cava?

Es un plan estratégico profundo para incrementar ventas y valor, con medidas como identificar mejor en la etiqueta el origen territorial de cada cava y el nivel de complejidad de su elaboración, en el caso de reservas y grandes reservas. Está muy avanzado, y prevemos poder anunciar un acuerdo definitivo en un mes o mes y medio.

¿Hay acercamiento con Corpinnat y Classic Penedès? Hay que tener en cuenta que son bodegas de prestigio, por lo que no ayuda su escisión de la DO Cava.

La ilusión de la DO Cava es ir todos a una, porque cuando das un mensaje único se llega más lejos. Creo que existen argumentos para que se dé esta unión, y hay respeto y buena relación con las bodegas, pero falta concretarlo. No puedo poner plazos ni confirmar si acabará pasando, pero se haría un gran bien al sector.

¿Las batallas internas no distraen de la competencia externa, como el auge del prosecco?

El cava cumple unas exigencias técnicas que no cumplen otros espumosos, y tiene elementos distintivos, como su método tradicional de elaboración, que el prosecco no tiene. También nos distinguen las variedades utilizadas, con el valor de ser uva mediterránea, y que dan una personalidad propia. Hemos de saber comunicarlo bien.

A nivel internacional, el champagne tiene imagen de calidad y el prosecco de bajo precio ¿cuál es el nicho de mercado que le queda al cava?

Hay apetencia internacional por los espumosos, y el consumidor busca alternativas asumibles para su bolsillo sin renunciar a la calidad. Ahora estamos potenciando el camino del maridaje con comidas que le van al cava, con ejemplos en la cocina mediterránea, japonesa, mexicana… y enseñar al consumidor cómo disfrutar el cava a parte del brindis.

Una ponencia de gran éxito en la BWW, que repetiremos en más lugares, es la que hizo el experto en moléculas aromáticas François Chartier, que mostró cómo algunas combinaciones del cava con otros alimentos potencian el sabor. Un ejemplo era degustar un gran reserva con cacao puro. Hay opciones para cava joven, reserva y gran reserva, y eso también permite crear recetas

A nivel local, ¿cómo se está abordando la queja de los agricultores ante las grandes bodegas sobre la baja remuneración de la materia prima, la uva?

Hay que crear riqueza para que toda la cadena de valor esté bien alimentada, y al igual que creo que los precios del cava deberían ser superiores por su calidad, la uva local también tiene una calidad superior a la que se está pagando. Todo debe ser un círculo positivo para crear riqueza. Los últimos años había una tendencia al alza en el precio de la uva, pero esta vendimia no. Hay que tener en cuenta la ley de la oferta y la demanda, pero sería conveniente ir subiendo el precio, igual que en el producto final.

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