
ERC ha logrado el apoyo de JxCat y del gobierno municipal de Barcelona -formado por Barcelona en Comú y el PSC- para pedir que la Generalitat modifique la ley de la tasa turística de forma que la ciudad aplique un recargo, de hasta un máximo de 4 euros diarios, que recaudaría íntegramente el consistorio. Actualmente la tasa está fijada en un máximo de 2,25 euros diarios.
La medida, cuya petición se ha aprobado este lunes en el pleno municipal, se aplicaría a las pernoctaciones y desembarcos de cruceristas que se hagan en la ciudad, y el acuerdo entre los grupos municipales dibuja una mayoría que podría sacar adelante las cuentas de la capital catalana.
Los cuatro grupos se han mostrado confiados en que la petición del consistorio barcelonés sea atendida con celeridad por la Generalitat -prevén que se pueda aplicar ya en 2020-, dado que tanto ERC como JxCat participan del gobierno catalán de coalición. Con todo, de momento no hay nada garantizado.
El Ayuntamiento de Barcelona insta a la Generalitat a crear este recargo específico para la capital catalana porque va más allá de las competencias municipales. Es el Parlament quien debe aprobar por mayoría modificar la ley sobre el Impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos.
100 millones de recaudación
El total recaudado aplicando este recargo rondaría los 100 millones de euros anuales, según ERC, grupo impulsor de la petición, que ya ha sido públicamente criticada por el Gremio de Hoteles y la Asociación de Apartamentos Turísticos (Apartur).
Estos ingresos se destinarían en primer lugar a "mejorar el control sobre las viviendas para usos turísticos", en segundo a "mejorar la vida de los residentes de los barrios más afectados por la presión turística" y en tercer lugar, a trabajar por "la desconcentración turística", señala el texto acordado.
Para explicar el acuerdo a los medios han comparecido de forma conjunta el concejal de Presidencia y Presupuestos, Jordi Martí, de los comunes, el concejal de Turismo e Industrias Creativas, Francesc Xavier Marcé, del PSC; el concejal de ERC Miquel Puig y la edil de JxCat Elsa Artadi.
Los cuatro grupos recuerdan que las pernoctaciones turísticas crecen a un ritmo del 8% anual acumulativo y que se estima que sean de 30 millones por año.
Oposición del sector
Tanto los hoteles como los apartamentos de la ciudad rechazan el recargo. Defienden que, en vez de hacer pagar más a quienes ya pagan, se debe incorporar a "más actores" que se benefician del turismo pero no contribuyen a financiar sus externalidades negativas.
El Gremio de Hoteles reivindica que ya pagan unos 320 millones de euros anuales en impuestos, y que recaudan unos 19 millones al año en concepto de tasa turística, de los que 12 llegan a manos del Ayuntamiento de Barcelona, mientras que la inversión municipal en promoción turística es de 4,5 millones.
Los hoteleros abogan por mejorar la oferta de la ciudad para atraer turismo de calidad -con focos como el turismo médico o el cultural-, en vez de centrar la estrategia en gravar a los visitantes con más impuestos, lo que resta competitividad respecto a otros destinos.
Desde Apartur recuerdan que la Generalitat ya subió la tasa turística hace dos años, e inciden en la necesidad de hacer más efectiva la lucha municipal contra los alojamientos ilegales, que calculan en 9.000 habitaciones en la ciudad y que no pagan impuestos ni la tasa turística.