
La industria de la Defensa acapara los focos de los grandes inversores en este 2025. El plan de rearme de Europa y los movimientos tectónicos en el tablero de la geopolítica han hecho de las empresas del sector el gran 'activo trofeo' de este año. Actores financieros y de corte estratégico están tomando posiciones, hasta sumar en lo que vamos de años operaciones por más de 1.200 millones si se suma nuevo capital 'levantado' para poner en marcha la maquinaria de fusiones y adquisiciones (M&A) y el ya desplegado para tomar participación total o parcial en compañías españolas. La cifra apunta a seguir creciendo, sobre todo, si el estudio de una fusión entre Escribano e Indra termina cristalizando para crear un gigante nacional.
Este último movimiento tiene solo unos días. La cotizada española ha activado la integración con la empresa de defensa, una operación que pasaría por un canje de acciones y tendría como objetivo reforzar la capacidad de la multinacional tecnológica española en el ámbito de la defensa. No hay que perder de vista tampoco la particularidad de esta posible fusión: las negociaciones se realizan entre dos hermanos, Ángel y Javier Escribano, presidentes de Indra y de EM&E, respectivamente. De momento, se ha seleccionado al asesor de la operación, KPMG, para que coordine el proceso.
Lo que queda claro es que Indra está siendo el principal movilizador de la industria. Como prueba, la compra de Hispasat en el arranque de 2025. La cotizada se hizo con el 89,68% del operador de telecomunicaciones que estaba en manos de Rededia Corporación por 725 millones de euros. De acuerdo a la información que fue remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el importe de la operación puso de manifiesto unas minusvalías por parte de Redeia de 112 millones, una vez descontados los 96 millones de dividendos cobrados de Hispasat en este periodo.
La operación de Hispasat venía precedida por otra en la recta final de 2024: la toma del 26% de Tess Defence (TESS), empresa española especializada en el diseño y producción de vehículos militares terrestres de última generación. Tras llegar a un acuerdo con el resto de accionistas, elevó su participación hasta el 51,01%, porcentaje que le dio el control de facto de la empresa. El importe de la adquisición está valorado en 106,7 millones de euros.

Y podría quedar más por llegar. Indra mantiene un firme interés en adquirir Santa Bárbara Sistemas (SBS), aunque la operación se ha encontrado con una fuerte resistencia por parte de su actual propietaria, la estadounidense General Dynamics. La española, de hecho, ha reforzado la producción de su fábrica en Trubia (Asturias) con la asignación de nuevos contratos procedentes de programas internacionales de General Dynamics, en un movimiento que se entiende como defensivo ante la empresa que preside Ángel Escribano.
El 'private equity' se suma
Al margen de Indra, el private equity español también ha movido ficha. Nazca Capital se ha sumado a la fiebre inversora por el sector y ha lanzado fondo de capital riesgo más grande del país y el segundo de Europa. Su foco está en esta industria y la aeroespacial y su meta es levantar 400 millones de euros (ampliable incluso en otros 100 millones). La compañía ya ha desvelado algún dato más al supervisor bursátil con la publicación de su folleto, como que necesitará levantar 175 millones de euros para lograr el primer cierre de este vehículo.
Pese a ello, el grupo inversor ha identificado ya más de 1.000 compañías y cuenta con un 'pipeline' de más de 30 oportunidades de inversión que espera materializar en los próximos meses.En el sector ya hay varias compañías que están en los ojos de los inversores. Inespasa (Ingeniería Especializada en Aeronáutica), Meupe (Mecanizados de Utillaje de Precisión Española) y UMI (Utillaje y Mecanizado Industrial) son algunas de las firmas objetivo, según coinciden las voces del mercado.
La primera de estas empresas se ubica en Andalucía y se dedica a la fabricación de componentes aeronáuticos de alta precisión, tanto estructurales como mecanizados; la segunda es vasca y su actividad se circunscribe principalmente al sector aeronáutico y al de la defensa, aunque también puede tener presencia en otros sectores industriales. UMI es gallega y se dedica al mecanizado de componentes metálicos para sectores como defensa, naval, aeroespacial y energía.
A falta de que se concrete alguna transacción en alguna de estas empresas, ya hay otras que han cambiado de manos recientemente. Es el caso de Málaga Aerospace, Defense & Electronics Systems SAU (MADES), especializada en proveer de sistemas electrónicos a la fabricación de misiles, aviones de combate o radares. La firma ha servido como entrada en España a su comprador, Grupo Cicor, una cotizada que opera como proveedor mundial de soluciones electrónicas de ciclo completo. Esta transacción está valorada en torno a 30 millones de euros, según fuentes de mercado. La meta de esta absorción supone para el grupo suizo seguir "construyendo la plataforma paneuropea líder en servicios de diseño y fabricación de electrónica para el creciente mercado europeo de defensa".
La lista sigue con otras tres transacciones entre marzo y abril que han sido recopiladas por la plataforma TTR de firmas pequeñas. Son las compras de PLD Space, Arkadia Space y Elimco. Esta última empresa se encontraba en concurso de acreedores desde 2024 y recibió varias ofertas de rescate. Se impuso la de Grupo Ontech frente a las propuestas de Urbas, según declaró el Juzgado Mercantil 4 de Sevilla.

Otro fondo activo y con nombres propios es Hyperion Fund, que ya ha levantado 150 millones de euros para invertir en empresas de tecnologías de la seguridad, aeroespaciales y de inteligencia artificial. El proyecto, que tiene entre sus filas a Pablo Casado, ex líder del Partido Popular, y a Ricardo Gómez-Acebo Botín, sobrino de Ana Botín, ha acometido ya sus tres primeras inversiones en tiempo récord.
La primera de ellas fue Pangea Aerospace, en la que lideró una ronda de 23 millones de euros; la segunda fue Sateliot, con la aportación de un ticket de 10 millones en una operación en la que también participó el Gobierno a través de la SETT (Sociedad Española para la Transformación Tecnológica), y la tercera fue Gutmar, empresa catalana de ingeniería que es subcontratista de proyectos como el Eurofighter o Super Puma. En esta última inversión ha acompañado en la operación a Lauria Partners.
España y Europa no son excepciones en este goteo de inversión. De hecho, la recepción de inversión privada es mucho mayor al otro lado del Atlántico. Un informe reciente de S&P Global muestra que Estados Unidos y Canadá han absorbido el 83% de toda la inversión respaldada por capital privado y capital riesgo en el sector aeroespacial y de defensa en los últimos cinco años. La participación de Europa en la inversión privada mundial en el sector durante ese mismo período fue de tan solo el 12%.
Estados Unidos como espejo
Y es que los diez grandes deals respaldados por capital privado estuvieron dirigidas a empresas de EEUU, empezando por la opa de 2.900 millones de dólares de Berkshire Partners y Warburg Pincus LLC para privatizar el negocio de sistemas y componentes de aeronaves Triumph Group, titán estadounidense dedicado a fabricar y estructuras, sistemas y componentes aeroespaciales. La compra de Héroux-Devtek por parte de Platinum Equity o de Anduril Industries desde un consorcio (Fidelity, Sands Capital, Baillie Gifford, Altimeter, Founders Fund, Franklin Venture Partners, entre otros) completan el podio.
La lista podría sumar nuevos casos en los próximos meses. Sobre todo, si llegan a buen puerto las negociaciones de Bain Capital y KPS Capital Partners para hacerse con la unidad de defensa de Iveco Group. Ambas firmas estadounidenses estudian la posibilidad de presentar una oferta por el negocio que fabrica vehículos blindados y tácticos. Se trata en ambos casos de gestoras de primer nivel con miles de millones en activos bajo gestión repartidos en sus estrategias -desde capital hasta deuda- y con intereses en el sector. Como prueba: KPS es propietaria de AM General, fabricante de los vehículos militares 4x4 Humvee, y Bain es dueño de la española ITP Aero, conocida por ser el fabricante de motores para aviones de combate y aerolíneas comerciales.