
Centros Único, la cadena de depilación y medicina estética controlada en su mayoría por sus fundadores, los empresarios Azucena Rubio y Jorge Cabrero, y participada por la gestora Oquendo Capital, se queda sin posibles compradores. Las dos ofertas que estaban sobre la mesa de la compañía no han prosperado, lo que deja la empresa, que entró en concurso el pasado verano, al borde de la liquidación.
Las fuentes consultadas por elEconomista.es apuntan a que la oferta remitida por Suzette Investment, articulada por parte de interesados entre los que figuraba un grupo de antiguos consultores de Deloitte y FTI Consulting que tomarán los mandos de la gestión, no ha seguido adelante. Suzette apuntó a que quería garantizar la totalidad de los puestos de trabajo asociados a 30 centros de los 46 operativos (el 70% del total de los actuales puestos de trabajo).
La propuesta que rivalizaba con Suzette estaba encabezada por el financiero Carlos Gila, ex del fondo Oaktree y un directivo que ha participado del reflote de empresas como Panrico. Gila, de hecho, se hizo hace meses con Hedonai, compañía rival del sector que también entró en concurso y ya ha sido estabilizada.
El concurso de Centros Único está siendo tutelado por el Juzgado Mercantil número 18 de Madrid. El administrador concursal designado es PKF Attest, que trata de buscar una solución para el grupo con la llegada de un comprador in extremis que logre salvar la mayoría de puestos de trabajo y garantice al mismo tiempo la realización de los tratamientos (más de 300.000) pendientes por parte de los clientes.
Centros Único, por su parte, trabaja por su parte con el despacho de abogados RSGM, habituado a ayudar a compañías a reestructurar su balance, como ha ocurrido recientemente con la aceitera Acesur.
Centros Único entró en concurso tras dejar 'pillado' a un diverso grupo de acreedores, entre los que figuran cinco entidades (Caixabank, Banco Santander, BBVA, Banco Sabadell y Caja Rural de Navarra) que dieron su visto bueno a una última reestructuración de deuda en este mismo 2024. También tienen exposición a la cadena Oquendo Capital, que financió a la compañía en el año 2016, y el Fondo Europeo de Inversiones (FEI).
Centros Único solicitó el concurso tras verse superado e incapaz de cumplir con los hitos del plan de negocio que fue elaborado en enero de este mismo año en el marco de una reestructuración de su deuda. En dicha hoja de ruta, para la que se apoyó en Analistas Financieros Internacionales (AFI), la cadena reconocía que arrastraba años de malos resultados en sus centros propios y en su red de franquicias.
Crisis del sector
La de Centros Único no es la única crisis que se cierne sobre los centros de depilación de bajo coste. Grupostop, reconocida cadena de medicina estética y depilación láser con presencia destacada en Cataluña y en País Vasco, donde compró Dermitek, ha entrado en concurso de acreedores con una oferta de compra vinculante ligada a un inversor británico.
La compañía está participada hasta ahora por el fondo británico Three Hills Capital Partners (THCP), que tiene hasta el momento el 40% de la participación a través de dos vehículos en Luxemburgo (TH-Evca Rosa y TH-Evca Láser). El resto de la participación está en manos de directivos de la casa y las familias Casanovas y Jonama.
La oferta para asumir la compra de Grupostop la lidera Darren Grassby, quien fuera consejero delegado de Skin Clinic, una compañía con presencia en Reino Unido que pasó de manos del 'private equity' Trispan en 2019 desde otro fondo hasta entonces propietario, Graphite Capital. Grassby trabajaba como asesor del equipo directivo de Grupostop desde hace meses.
Otra cadena que también ha entrado en suspensión de pagos en los últimos meses ha sido Centros Ideal. La situación llegó a dejar afectadas a más de 800 personas con tratamientos pendientes solo en Aragón, según los datos facilitados por Aicar-Adicae.