
La primera mitad de 2024 se ha cerrado sin cumplir las previsiones y las expectativas de muchos grandes fondos de capital riesgo y empresas energéticas que sacaron al mercado buena parte de sus activos renovables para testar el apetito de los inversores. Firmas como Acciona Energía o gestoras como Brookfield, Plenium o Northland Power han puesto a la venta carteras de energía solar y eólica y han iniciado procesos competitivos que en la actualidad siguen sin resolverse. La excepción ha llegado con la venta de Endesa de una de sus grandes carteras, Ra 1, a Masdar, brazo inversor del fondo soberano de Abu Dhabi, que ha competido hasta el final con el fondo estadounidense Apollo.
En concreto, la operación se cerró en la última semana de julio, cuando la filial de Enel anunció oficialmente el traspaso del 49,99% de una gran cartera solar de 2.000 MW de capacidad al fondo de renovables emiratí por 817 millones de euros. El acuerdo irá acompañado de un pacto para la venta de energía durante 15 años (PPA, por sus siglas en inglés), que serán gestionados por una firma controlada en su totalidad por la eléctrica que dirige José Bogas.
Sobre el tipo de operaciones que aguarda el mercado nacional, Ignacio Hornedo, socio de Corporate y M&A de A&O Shearman, explica que "hay ejemplos en el mercado de ventas de portfolios enteros de activos y de pura rotación de inversiones y capital. Sin embargo, el modelo más característico de estos meses está siendo el de 'utilities' dando entrada a un inversor en minoría significativa (tendentes al 50%), que permite al vendedor seguir consolidando los activos y generar recursos para afrontar nuevas inversiones. Lógicamente, el acuerdo de socios es el contrato clave, con el ojo del auditor siempre encima para asegurar que lo pactado no genere riesgo de desconsolidación del perímetro objeto de la operación. Para que la estructura funcione al inversor, se necesita cierta visibilidad de su salida y del retorno a su inversión, pero siempre respetando la naturaleza equity de su inversión".
En Montero Aramburu, Ana Beatriz Gamero Díaz de Lope Díaz, socia de mercantil y directora del Área de Reestructuraciones y Energía, explica que "esta clase de operaciones se estructuran mediante la venta del 49% del capital, de forma que la entidad vendedora siempre mantiene la mayoría del capital y la participación en la gestión".
La venta de Endesa, cuya previsión era haberse materializado mucho antes, contrasta con la parálisis, por ejemplo, de Acciona, que mantiene para la venta una cartera de más de 400MW eólicos (Proyecto Hive) tras haber podido vender su portfolio de plantas hidroeléctricas (Kaplan).
Los fondos también se han puesto en modo venta en España y han sacado al escaparate otros activos que todavía no han cambiado de manos. Es el caso de la operación Mamba, por lo que Plenium quiere desprenderse de una cartera de 436 MW de energía renovable; el plan Mula, que ha llevado a Northleaf a poner a la venta el megaproyecto de energía solar del país, que se localiza en la región de Murcia, o la cartera de Northland Power, que inicialmente buscaba un socio minoritario y finalmente ha acordado buscar un inversor para el 100% de sus activos.
"En nuestra opinión es verdad que algunos procesos se han alargado. Creemos que no han ayudado mucho la volatilidad y los precios de la electricidad tan bajos de los últimos meses. Además, la cantidad de procesos competitivos de venta simultáneos han permitido a los inversores realmente interesados en el sector ser más selectivos de lo habitual", añade Hornedo a este respecto.
Por su parte, Ignacio Paz, socio de energía e Infraestructuras de White & Case, apunta a que "suelen ser varios los motivos y siempre habrá situaciones muy particulares, pero me parece relevante destacar que, en general, las transacciones sobre activos renovables se han sofisticado mucho más incluyendo potenciales situaciones de repowering e hibridación de varias tecnologías". Adicionalmente, añade Paz, "los precios de la electricidad durante los últimos meses pueden haber influido, aunque hay que destacar que esos precios parece que continúan subiendo a la par que la propia demanda eléctrica".
Su opinión es compartida por Manuel Santillana, responsable de M&A del sector de Energía de KPMG en España, quien puntualiza que "las transacciones están durando más tiempo que en años anteriores debido a determinadas incertidumbres que afectan de manera relevante al precio como son aprobaciones en relación a tramitaciones de proyectos, visión de curvas de precio de mercado, niveles de contratos de venta de energía (PPAs) y condiciones de financiación".
Los interesados en comprar
Buena parte de este atasco de operaciones llega por la indecisión de potenciales compradores. El gigante chino CTG, Engie, Exxus o la petrolera Total son algunos de los nombres que suenan en los mentideros como candidatos a tomar el relevo por las grandes plantas solares y eólicas de España.
Pero, ¿cuál es el perfil más extendido? Dependiendo del acuerdo y del porcentaje de participación que se ponga a la venta, "los perfiles suelen agruparse, fundamentalmente, en dos grandes bloques, financieros e industriales, que incluso muchas veces compiten entre ellos. En particular, estamos viendo también fondos soberanos y aseguradoras que, según la estructura de la transacción, tienen un interés creciente en entrar en el sector renovable en España", añade Paz.
Miguel Cuesta, de Montero Aramburu, coincide en que estamos viendo dos tipos de compradores. "En primer lugar, inversores financieros como fondos de inversión especializados o inversores institucionales que incluyen estos activos como parte de grandes carteras diversificadas. Y, en segundo lugar, grandes grupos industriales con necesidades de descarbonización, como tecnológicas o petroleras, que adquieren parques de generación a fin de abastecer sus necesidades de suministro", afirma.
Hornedo afirma por su lado que "los más frecuentes en este tipo de operaciones han sido los fondos de infraestructuras y los soberanos, pero también estamos asesorando a fondos de private equity tradicionales".
Desde Pérez Llorca, Alejandro Alberte y Dídac Severino, completan que "los fondos de private equity, que buscan oportunidades de valorización y crecimiento, asumiendo mayores riesgos por el potencial de rentabilidad", también tienen en el radar estas oportunidades, mientras que "los fondos de pensiones y aseguradoras buscan activos con flujos de caja estables y predecibles a largo plazo, encontrando atractivos los activos renovables por su perfil de riesgo relativamente bajo".