
El mayor ciclo de restricción monetaria en décadas sigue pasando factura al capital riesgo. Incluso, cuando el sector se beneficia de una recuperación de las acciones tecnológicas, este rebote no es suficiente para compensar el casi inexistente apoyo de capital que tienen las empresas emergentes, cuyas valoraciones a la baja siguen lastrando las carteras de grandes firmas. Las cuentas del gigante SoftBank, el mayor inversor del mundo en este ámbito, reflejan precisamente eso. Ni un respiro en la tecnología le ha servido para registrar pérdidas récord en su portfolio.
El capital riesgo está muy vinculado a la tecnología y es habitual que estas firmas tengan posiciones en el sector, como es el caso de la japonesa. En lo que va de año, el Nasdaq 100 ha ascendido un 21%, lo que implica que ha recuperado una buena parte de las caídas del ejercicio previo. Eso implica que el sector está teniendo una buena rentabilidad este curso -animado por la cercanía ante el fin del ajuste de los bancos centrales- y que hay una mejoría clara. Algo de lo que SoftBank se beneficia.
De hecho, de media, las compañías cotizadas de su portfolio han subido un 8% en el primer trimestre del ejercicio, lo que hace que su retorno sea positivo, pese a quedarse atrás del índice neoyorquino. El conglomerado tiene títulos de Deutsche Telekom, T-Mobile, Alibaba, Didi, Coupang o Nvidia, según información de sus cuentas. Sin embargo, el buen comportamiento de la tecnología no ha bastado para evitar que se agrandaran sus números rojos.
SoftBank ha obtenido pérdidas récord en su cartera de inversiones por valor de 39.500 millones de dólares (5.298 billones de yenes) en Vision Fund I, Vision Fund II y su fondo en Latinoamérica. La razón es que, pese a que sus cotizadas suben gracias al buen momento tecnológico, su posición en compañías privadas ha seguido devaluándose, un 3,5% hasta marzo, según datos compartidos por el director financiero de la compañía, Yoshimitsu Goto. Aunque la caída no es tan elevada, sí lo es el volumen que suponen todas estas inversiones en su portfolio, el 60%, según datos de Bloomberg.
En el mercado del capital riesgo hay más demanda que oferta de capital, según datos de PitchBook, se necesitan 3,24 veces más fondos de los que finalmente se logran levantar. Esto ocurre especialmente en las startups en fases avanzadas. "Esto se debe a que los inversores no tradicionales han dejado de invertir, han estado menos activos en el capital riesgo, y hay un mal entorno para realizar desinversiones, lo que se traduce en una caída sustancial en las valoraciones de las stratups", explica sobre este desajuste la firma de análisis.
Este fenómeno está pesando en SoftBank. Las subidas de los tipos de interés han secado el ecosistema, ya que hay muy poco dinero para el riesgo y las valoraciones se han hundido. De hecho, el propio gigante japonés piensa que esto va para largo. El directivo ha explicado que llevan tiempo con una posición defensiva, es decir, vendiendo activos, reduciendo deuda y disminuyendo las inversiones, una estrategia que van a mantener, en palabras de Goto.
Las cifras de la compañía confirman esa postura. A cierre del ejercicio fiscal de 2022 (que termina en marzo de 2023), SoftBank ha invertido 3.100 millones de dólares, según sus cuentas. El año previo, desembolsaba 44.300 millones, es decir, 14 veces más, muestra de lo que se ha reducido el flujo de capitales.
"Se espera que el desafiante entorno de financiación que hemos experimentado hasta ahora en 2023 persista, poniendo aún más presión en las startups", coincide PitchBook. Ni siquiera los precios más atractivos, al caer las valoraciones, han animado al capital, lo que sí ha ocurrido en el mercado público con las acciones tecnológicas.