
El mercado español asiste a un boom de refinanciaciones de grandes compañías 'haciendo los deberes' para evitar problemas de liquidez ante próximos vencimientos de deuda y subidas de tipos de interés. "Probablemente estemos ante el momento más oportuno para refinanciar de los próximos cinco años", confirman desde el despacho Allen & Overy. Las grandes refinanciaciones se están haciendo cómodamente, mientras la pequeña y mediana empresa sufre más dificultades. Las compañías más impactadas por el coste energético también están saliendo a buscar dinero nuevo con el foco en fondos de capital privado, proveedores de financiación alternativa (direct lending) y de situaciones especiales.
¿Hay una intensidad creciente de refinanciaciones? ¿En qué condiciones se están realizando esas operaciones?
Jimena Urretavizcaya: Efectivamente, estamos viendo un incremento en el número de refinanciaciones. La pregunta que planea en el mercado es si estamos en el peor momento para refinanciar de los últimos cinco años o en el mejor del siguiente lustro. La unanimidad es que el momento oportuno es ahora. Las compañías están haciendo mucho antes los deberes y, en general, no están teniendo ningún problema para refinanciar sus grandes líneas de revolving. Para el Ibex 35 los precios se mantienen dependiendo del producto. En el segmento medio sí se observa una subida de precios que todavía no se ha repercutido totalmente y se esperan más.
Javier Castresana: La refinanciación en sí no es negativa y con la nueva Ley Concursal la reestructuración tampoco tiene porqué serlo. Puede haber situaciones que no afecten a la deuda o a los acreedores derivadas, por ejemplo, de contratos comerciales para manejar el calendario de pagos. Estar en proceso de reestructuración no tiene porqué ser un mal signo, todo lo contrario. Anticiparse es, muchas veces, la clave del éxito. Tradicionalmente las compañías españolas han enfocado las reestructuraciones de forma reactiva, no preventiva, y esto es un problema.
¿Cuándo prevén que llegue la esperada oleada de reestructuraciones?
JU: Sólo las compañías que tienen ciertas necesidades de caja están moviendo ficha y eso va en contra del propio concepto de reestructuración. Cuando vas justo de caja o liquidez, quizás sea tarde. Probablemente la cresta de la ola no llegará hasta bien entrado el 2023, pero hay países de Europa donde ya se ha iniciado. El invierno ha llegado antes a Alemania, Bélgica y Holanda, por ejemplo.
JC: En el segundo trimestre o semestre de 2023 crecerá la escasez de circulante y muchas compañías tendrán la necesidad de entablar conversaciones con sus acreedores si no han logrado refinanciarse antes. Con el paso del tiempo la sensación es que la ola se puede adelantar. Una economista alemana aseguraba que los precios de la energía se mantendrán altos independientemente de la guerra en Ucrania por problemas de suministro.
"En Alemania, Bélgica y Holanda ya se ve una ola de reestructuraciones, aquí está por llegar"
¿El mayor riesgo se concentra en estos momentos en las compañías medianas y pequeñas?
JC: Estamos viendo situaciones concretas por el perfil del deudor pero, en general, los proyectos donde el coste de la materia prima y de la energía es relevante están saliendo a buscar dinero nuevo y muchos fondos de variado perfil están analizando la oportunidad de entrar y de tomar posiciones.
Entre los inversores hay muchas expectativas sobre la implementación de la reforma, mirando con lupa procesos como Celsa…
JU: La reforma concursal da nuevas armas a los inversores y supone una mejor herramienta para enfrentar los procesos de una manera más ágil. Los acreedores pueden hacer muchas cosas pero el escenario para el deudor será más complicado. Esa complicación está anticipando que las compañías hagan antes los deberes. De momento, los inversores están siendo prudentes. Nadie quiere estar en las primeras reestructuraciones donde puede haber sorpresas. El ejercicio educativo con los fondos ya está hecho, conocen la reforma y España es más creditor friendly. Estamos mejor.
Tras la financiación de emergencia, se abre una nueva fase donde banca, fondos de deuda y de situaciones especiales tendrán que ofrecer soluciones a las compañías, pero hay mucha incertidumbre con los ICO, ¿están viendo operaciones de sustitución del crédito público?
JU: La reforma concursal es una herramienta muy útil con una gran incertidumbre: ¿cómo va a funcionar con ICO, Sepi y Cofides? Estamos viendo fondos que dan dinero nuevo para sustituir líneas ICO. Financieramente tienen poco sentido, porque el coste nunca será el de la línea pública, pero el margen de maniobra de cara a una futura reestructuración es mayor. Empresas que necesiten reestructurar deuda, con el crédito público, verán limitada la manera de hacerlo o la interlocución con los bancos será difícil. El contacto de entidades financieras y asesores es constante. Hay una clara voluntad de flexibilizar la aplicación de la disposición adicional para que la reestructuración de líneas ICO sea posible. Hay consciencia de lo que viene y de que, si no funciona, la solución será refinanciar con mayores costes o ir a la liquidación.
"Hay una clara voluntad de flexibilizar las refinanciaciones con avales ICO y crédito público"
Ya para terminar, ¿están viendo un incremento de la actividad concursal? ¿Cuál es su previsión?
JC: Un elevadísimo número son concursos sin masa de personas físicas, pymes y micropymes donde, desde su inicio, se constata que el deudor no tiene activos. En las grandes compañías, si vemos concursos, no serán como en la crisis anterior. Los que afecten a sociedades con valor serán estratégicos. En este sentido, la nueva Ley Concursal facilita compraventas de unidades productivas y del llamado 'pre-pack'. generando numerosas oportunidades para los inversores.