La economía mundial y la española en particular atraviesan un momento delicado provocado por tres factores muy concretos: el alza de la inflación, el coste de la energía y la subida de tipos de interés propiciada por los principales bancos centrales, de hecho, todo apunta a que el Banco Central Europeo (BCE) volverá a subir los tipos antes de que acabe el año.
Cómo van a afrontar las empresas esta nueva situación marcó la primera mesa de debate de la jornada La reestructuración empresarial que viene: el momento del capital privado organizada por elEconomista.es. Miguel Ángel Ladero, director del departamento de Inversiones de Cofides; Jorge Fernández Miret, socio senior y director del Área de Inversiones de Sherpa Capital; Arturo Gayoso, socio responsable de Restructuring y Value Creation Services de Financial Advisory de Deloitte; Leticia Ruenes, managing director y head of Spain de Pemberton; Francisco García-Ginovart, director Houlihan Lokey Spain Restructuring y Jaime Lamo de Espinosa, Investment director en Taconic Capital debatieron sobre la situación actual y las diferencias respecto a la crisis anterior.
Pese a que el contexto está marcado por la incertidumbre, hay factores que podrían paliar la crisis estructural. "Las empresas tienen menos endeudamiento, la tasa de paro español es inferior a 2012, y la llegada de los fondos Next Generation de la Unión Europea", detalló Arturo Gayoso, socio responsable de Restructuring y Value Creation Services de Financial Advisory de Deloitte. Estos factores invitan al optimismo. Sin embargo, el experto matizó que se deben tener muy en cuenta "los altos precios, que si no se controlan aunarán en la profundidad de la crisis". "Estamos en un contexto de ralentización económica con un crecimiento leve o moderado. En 2023 aparecerán reestructuraciones y refinanciaciones superiores a las vistas en los últimos años", apuntó Gayoso. La economía nunca se había enfrentado a estos tres factores de manera simultanea –subida de tipos, inflación y costes de la energía – pero para el socio responsable de restructuring de Deloitte "es indudable que el contexto económico que vivimos producirá una intensidad creciente de actividad concursal y esta nueva normativa supone una mayor protección para enfrentarnos a estos procesos de una manera más ágil". "Habrá refinanciaciones superiores a las que hemos ido viendo hasta ahora, pero no podemos calcular la magnitud de la crisis, aunque parece que no será estructural", matizó.
Las reestructuraciones y refinanciaciones están lejos de ser una situación nueva, llevan años produciéndose. Jorge Fernández Miret, socio senior y director del Área de Inversiones de Sherpa Capital, cree que todavía no ha llegado "la etapa gloriosa para las reestructuraciones". Aunque reconoce que los empresarios empiezan a estar nerviosos, "todavía no ha empezado el drama".
Hasta el momento, las operaciones se han centrado en aquellas empresas más dañadas y que, por tanto, tenían un acceso más difícil a financiación. En eso es experto Miguel Ángel Ladero, director del departamento de Inversiones de Cofides. La compañía público privada ha invertido a través de su fondo, que ha inyectado capital 779 millones en cerca de 90 compañías. "Hemos intentado centrarnos en las empresas más dañadas, ir a ese nicho del mercado, porque no tenían financiación, para poder apoyarlas con nuestros fondos. Al final, esas 90 operaciones han sido reestructuraciones", explicó el director del departamento de Inversiones de Cofides.
Los expertos apuntaron a que lo correcto es hablar de sectores, puesto que se están enfrentando a la crisis actual de manera muy diferente. "No va a haber consecuencias negativas en todos ellos, estamos viendo compañías con resultados récord", señaló Leticia Ruenes, managing director y head of Spain de Pemberton. A esto, Francisco García-Ginovart, director Houlihan Lokey Spain Restructuring, añadió que en los últimos meses se ha visto una evolución en cuanto a estos sectores. "Hace cinco meses los sectores más afectados fueron los que dependían mucho de los precios de la energía o el combustible, como el transporte o el sector de la cerámica. Pero ahora estamos viendo como empieza a afectar la demanda lo que supondrá finalmente un traslado a todos los sectores", añadió.
García-Ginovart se mostró menos optimista. "Estamos viendo un estrechamiento de los márgenes operativos. Vemos empresas con apalancamiento bajo que salen a buscar deuda y les cuesta un 10%. Ahora mismo es muy difícil acceder a mercados de deuda y el que lo hace es porque le apreta mucho el zapato", apuntó.
Mejor que en la crisis de 2012
Pese a la situación de incertidumbre, hay unanimidad en cuanto a un aspecto: la situación es mejor a la vivida en 2012. "Estamos claramente mejor. Desde el punto de vista de que el sector financiero está más saneado, el mercado inmobiliario no tiene nada que ver con entonces, además, la regulación concursal ha mejorado mucho. Por último, el foco no está en España, está en Alemana, Italia, Reino Unido… España no preocupa", aseguró Jaime Lamo de Espinosa, director de inversiones en Taconic Capital.
En este aspecto, Laredo añadió ciertos matices. "Entonces no había los costes energéticos actuales, los tipos de interés eran más bajos y no teníamos estas cifras de inflación. Esa es la diferencia con la crisis anterior y lo que provocará que algunos sectores que lo vayan a pasar peor", matizó.
Arturo Gayoso, socio responsable de Restructuring y Value Creation Services de Financial Advisory de Deloitte, comparte la visión pero se mostró cauto respecto a los próximos meses. "Estamos mejor, pero ya veremos como salimos. Es verdad que la mayoría de los impactos están afectando a todos los sectores, pero no lo están haciendo de la misma forma. Creo que no vamos a enfrentarnos a una situación de caídas estructurales, como pasó en 2012. Para ello, uno de los factores importantes es el papel que va a jugar la nueva ley concursal", explicó.
Uno de los cambios más importantes que introduce la nueva ley son los planes de reestructuración. "Es importante no hacer un drama con las reestructuraciones. Con el tiempo ha habido un aprendizaje, antes duraban mucho tiempo, eran procesos muy traumáticos y acababan sin solucionar el problema. Ahora estamos en un punto en el que se facilitan mucho más las cosas, ahora se deberían acelerar los plazos, además, cuando acabe la reestructuración se habrá optimizado el balance de las compañías", explicó el director Houlihan Lokey Spain Restructuring. Los expertos apuntaron a que en la situación actual es muy importante normalizar las reestructuraciones puesto que son procesos normales para las empresas.
Los expertos coinciden en que otra de las grandes diferencias respecto a 2012 es el crecimiento y desarrollo de los fondos de deuda. "Los fondos de deuda han crecido mucho en los últimos años, nosotros no existíamos en la anterior crisis, y llegamos fuertes y con mucha liquidez. Suponemos una alternativa a la banca que antes no existía. Estamos en un momento de liquidez máxima. Nosotros como fondo tenemos ganas de seguir invirtiendo, no tenemos mandato de levantar el pie del acelerador pese a que actuamos con prudencia", aseguró la directiva de Pemberton.
En este sentido, el director de inversiones de Taconic Capital añadió que además de que el foco está en el mercado líquido: "los fondos de deuda no solo inyectan liquidez, también aportan en el proceso, llevan a las compañías de la mano".
El representante de Cofides puso el foco en que se trata de fondos "dirigidos a compañías en las que nadie quería meter dinero". Sobre este respecto, Jorge Fernández Miret, director de inversiones de Sherpa Capital, se mostró menos optimista y alertó de que "no hay mucho foco en las empresas que no estén centradas en la generación de caja. Corremos el riesgo de dejar de lado a las pequeñas y medianas empresas", apuntó.
Actualmente las pymes suponen el 99,8% del tejido empresarial español y representan más del 62% del Valor Añadido Bruto (VAB). Algunos de los problemas a los que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas se les dan ayudas que luego tienen que devolver. A pesar de esto, los expertos destacaron durante la jornada que muchas las empresas que están reaccionando de manera positiva ante la crisis. "Nos tenemos que centrar en las empresas que tienen capacidad para generar caja. Las compañías de nuestro porfiolio están aguantando muy bien", detalló la directiva de Pemberton.
Ley concursal
Otro de los factores que diferencia a la situación vivida en 2012 respecto a la situación actual es la mejora de la ley concursal. Los expertos han destacado que ahora funciona como el resto de leyes que tienen los principales países europeos. "Antes se veía a España con mucha más inseguridad jurídica y esta nueva regulación da seguridad de España a nivel internacional. Además, se asemeja a la de otros países y eso ayuda a que la gente esté más tranquila y confiada. Eso siempre va a ayudar", ha destacado la representante de Pemberton.
En una línea muy similar se pronunció el socio responsable de Restructuring de Deloitte. "La nueva Ley Concursal en este entorno será muy relevante. Supone una reformulación completa del sistema concursal español, alineado ahora con la normativa europea y anglosajona, y con el objetivo de salvar las compañías que son viables", ha celebrado. "El gran cambio que ha propiciado la ley concursal es que los acreedores pueden quedarse con la compañía capitalizando deuda. Con la ley anterior, los accionistas principales podían tener a la compañía rehén. La nueva normativa funciona más a la manera de otros players europeos. El equity es uno más", matizó el director de inversiones de Taconic Capital.
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