
Polvo en suspensión y pandemia se encuentran en Canarias al coincidir tras el caso de calima masiva que tuvo las islas a finales de febrero de 2020, justo cuando comenzaban a registrarse los primeros casos de coronavirus.
Estas partículas atraviesan con facilidad el sistema respiratorio y pueden alcanzar los pulmones, donde se depositan y provocan efectos adversos para la salud. Por aquel caso de 2020 en las islas supondría que era el primer aislamiento total de sus comunicaciones aéreas y marítimas desde 1854.
El producto interior bruto (PIB) caerá un 12,1% en 2020 en Canarias a consecuencia de la Covid-19, superando el descenso del 10,7% que se espera para el conjunto de España, según cálculos del Centro de Predicción Económica (Ceprede). El archipiélago cerrará el año con una tasa de paro del 25%, frente a un 16,3% de media nacional, conforme a estimaciones presentadas en una Junta Semestral de Predicción Económica virtual del Ceprede.
Desde entonces las islas han llevado medianamente bien la gestión de la crisis aunque en lo económico el confinamiento sigue inalterable. La incidencia acumulada a los 7 días en Canarias se sitúa en 61,48 casos por cada 100.000 habitantes y a los 14 días en los 132,67 casos por 100.000 habitantes, con 86 están ingresados en UCI y 297 hospitalizados.
La entrada de calima en Canarias está dejando desde primera hora una de las peores calidades del aire del mundo por partículas PM2.5 y PM10
La entrada de calima en Canarias está dejando desde primera hora una de las peores calidades del aire del mundo por partículas PM2.5 y PM10, especialmente nocivas para la salud. En Las Palmas de Gran Canaria se han superado los 60 ug/m3 de PM2.5 y los 270 ug/m3 de PM10. En Santa Cruz de Tenerife y Arrecife se han registrado concentraciones superiores a los 240 ug/m3 de PM10. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que no se superen las concentraciones de 25ug/m3 de PM2.5 y 50 ug/m3 de PM10.
Los episodios de calima se caracterizan por un gran aumento en la concentración de partículas PM10. Aunque estas partículas sean de origen natural, suponen una amenaza para la salud debido a la mala calidad del aire. Además, también provoca una importante reducción de la visibilidad. Los picos de concentración de polvo se producirán entre este martes y el miércoles. Ambas jornadas estarán activos los avisos por visibilidad de unos 3.000 metros pudiendo quedar puntualmente reducida a unos 1.500 metros.
En amplias zonas de Canarias están activados los avisos por rachas de viento de unos 70 km/h. El viento irá amainando a lo largo de la tarde del miércoles. No será hasta mitad de la semana cuando las concentraciones de polvo disminuyan y la visibilidad mejore. Este episodio durará previsiblemente hasta el viernes.