
El cierre del negocio del turimo en sus versiones de cruceros y hotelero ha genenado que la pandemia del coronavirus haya dejado el negocio ilegal de la prostitución confinada en locales sin recursos sanitarios.
Las mafias que operan en este ámbito han clausurado la actividad, dejando al pairo a las mujeres víctimas de estos casos masivos de violencia económica. La norma autonómica de las islas apunta que la prostitución es violencia de género.
Hasta antes de la crisis unas 3.000 mujeres ejercían la prostitución en Canarias, la mayor parte latinoamericanas y españolas, de acuerdo con los datos del Gobierno de Canarias. La profesora de Sociología y Antropología de la ULL Esther Torrado sostiene que casi todas son víctimas de violencia de género y muchas han sufrido casos de abuso y acoso sexual durante su infancia. La mayor parte de este negocio se ubicaba en áreas turísticas, ahora vacías.
La mayoría de las que son víctimas de trata no tienen acceso al sistema público de salud
Para Esther Torrado, en las islas ha predominado hasta ahora redes y tratas internacionales con una "alta movilidad" desde Tenerife y Gran Canaria al resto de las islas. En Canarias hay el centro Hermanas Oblatas de Las Palmas que tienen un programa de respuesta a víctimas de prostitución. No hay cifras pero se apunta desde fuentes especializadas que hay saturación por el cierre de la economía de las islas.
En diversas comarcas de las islas como la ciudad de Las Palmas trabaja Médicos del Mundo. La ONG denuncia que las mujeres están confinadas en clubes y pisos cerrados y son los encargados de los lugares los que les suministran de momento alimento y otras necesidades. "Tienen miedo a que la situación se alargue y no puedan hacer frente a los gastos de alquiler de las habitaciones. A la vez, temen que los propietarios no las dejen seguir estando refugiadas en estos lugares y las expulsen a la calle", denuncia la ONG. Esta situación se agrava en el caso de las víctimas de trata, quienes tienen deuda con sus explotadores. Si el confinamiento se alarga, la deuda aumentará. La mayoría de ellas no tienen acceso al sistema público sanitario de Canarias.