En un contexto financiero marcado por la volatilidad, la inflación y la búsqueda constante de rentabilidad, los inversores exploran soluciones cada vez más sofisticadas para gestionar sus carteras. Entre ellas, los productos cotizados han ganado protagonismo como instrumentos que ofrecen acceso a múltiples estrategias de inversión, desde la protección del capital hasta el apalancamiento de activos.
A partir de las claves del vídeo principal propuestas por Mario Elmeua Lehmann, Product Manager en Productos Cotizados de Société Générale, entidad de referencia en la emisión de productos cotizados en Europa, hablamos con Helio da Silva Claudio, Head of Public Distribution International de la compañía. A lo largo de esta entrevista, profundizamos en las ventajas, riesgos y usos estratégicos de los productos cotizados, desmitificando su complejidad y destacando su valor en la construcción de soluciones a medida.
Para empezar, conviene situarnos frente a otras opciones más conocidas. ¿Por qué invertir en un producto cotizado en vez de comprar acciones o fondos? ¿Qué ventajas aporta?
La categoría de los productos cotizados abarca una gran variedad de instrumentos financieros, cada uno con características específicas que los distinguen. Existen, por ejemplo, productos de protección de capital, productos de participación o productos apalancados. Es importante destacar que estos productos no son sustitutos de otras alternativas de inversión, sino que representan soluciones adicionales para los inversores que buscan exposiciones particulares en los mercados.
Las personas invierten para acumular patrimonio, generar ingresos a partir de un capital ya existente, proteger su patrimonio o buscar oportunidades de ganancias, ya sea de manera puntual o regular.
Dado que cada inversor tiene objetivos diferentes, es crucial reconocer que los distintos activos presentan sus propias ventajas y limitaciones. La elección de activos y estrategias de inversión deben alinearse con la etapa de vida y las circunstancias personales de cada inversor. Por lo tanto, recomendaría a quienes deseen mejorar su perfil de inversor educarse sobre los diversos instrumentos financieros disponibles. Esto les permitirá contar con un mayor número de herramientas para construir una cartera de inversión sólida y adaptada a su perfil y expectativas de mercado.
Invertir directamente en fondos, ETFs o acciones puede proporcionar una exposición a los mercados a largo plazo. Sin embargo, esto no excluye la posibilidad de utilizar productos apalancados para diversificar la cartera o incorporar productos de capital protegido que permitan invertir en activos volátiles con un riesgo de pérdida limitado.
La principal ventaja de los productos cotizados es su flexibilidad casi ilimitada, lo que permite a los inversores construir carteras de inversión personalizadas y negociar con gran facilidad.
¿Cómo pueden ayudar los productos cotizados a tener más control sobre una inversión?
Los productos cotizados ofrecen múltiples ventajas que pueden ayudar a los inversores a tener un mayor control sobre sus inversiones. Podemos distinguir esto en dos escenarios: si ya invierte o si aún no lo hace o no tiene una cartera completa.
En el caso de que ya invierta, los productos cotizados pueden ser herramientas valiosas para gestionar y optimizar una cartera. Por ejemplo sirven para:
Si, por el contrario, aún no invierte o no tiene una cartera completa, los productos cotizados pueden ser clave para construir una cartera bien diversificada con una inversión inicial relativamente baja. Esto es especialmente atractivo para nuevos inversores que pueden sentirse intimidados por el capital requerido para comprar acciones individuales o fondos completos. Además, los productos cotizados permiten:
En resumen, los productos cotizados no solo ofrecen flexibilidad y control, sino que también son herramientas accesibles que pueden ayudar a los nuevos inversores a mejorar su educación financiera y construir carteras diversificadas con confianza.
Se dice que permiten beneficiarse también de las caídas del mercado. ¿Cómo funciona esto en la práctica?
Existen varios productos que se ganan valor con la caída del mercado. Estos son, por norma productos apalancados como los Warrant tradicionales, los Turbos o Multis. Los productos que ganan valor con las caídas del mercado se conocen como Put, Short o Short, respectivamente.
Estos productos son ideales para estrategias tácticas a corto plazo o para cubrir carteras contra caídas en el mercado, brindando a los inversores la oportunidad de gestionar riesgos y capitalizar en entornos volátiles.
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¿Qué papel juega el apalancamiento en este tipo de productos? ¿Es solo para expertos?
El apalancamiento en los productos cotizados no es exclusivo para expertos, pero es fundamental comprender cómo funcionan y los riesgos asociados. En esencia, el apalancamiento permite obtener exposición a un activo subyacente mediante financiación. Por ejemplo, si deseas comprar una propiedad de 1 millón de euros y financias 900.000 euros con una hipoteca, estás utilizando apalancamiento: con solo 100.000 euros controlas un activo de 1 millón.
De manera similar, en el caso de un Turbo, si una acción cuesta 100 euros y compras un Turbo con un nivel de financiación de 90 euros (el strike), pagas 10 euros y participas en las subidas y bajadas de la acción en una relación 1 a 1. Si la acción sube 1 euro (1%), tu Turbo podría aumentar de 10 a 11 euros, obteniendo un 10% de ganancia. Sin embargo, si la acción baja a 90 euros, tu Turbo podría valer cero, lo que representa una pérdida total del 100% sobre la inversión inicial de 10 euros.
El riesgo radica en que algunos inversores pueden sobreexponerse, invirtiendo demasiado capital en lugar de usar el apalancamiento para reducir su inversión inicial. Esto puede llevar a situaciones peligrosas, por lo que es crucial tener un conocimiento sólido de los productos y sus riesgos antes de invertir.
¿Qué tipo de activos pueden estar detrás de un producto cotizado?
Los activos más relevantes utilizados como subyacentes son los índices (Ibex, Dax, S&P, Nasdaq), acciones nacionales e internacionales, así como materias primas y divisas. Además, se pueden emitir productos cotizados sobre índices temáticos, bonos, ETFs o criptomonedas como Bitcoin o Ethereum.
Los activos pueden provenir de diversas geografías, aunque la principal concentración se encuentra en activos españoles y estadounidenses.
¿Podría explicarnos, de forma sencilla, qué diferencia hay entre un Turbo, un Warrant, un Tracker o un Certificado de Capital Protegido?
Los Turbos son productos apalancados que permiten a los inversores beneficiarse de movimientos en el precio de un activo subyacente, ya sea al alza o a la baja. Su principal característica es que tiene una barrera de knockout que protege el montante de financiación aplicado al producto. Existen Turbos con fecha de vencimiento (Clássic) y sin fecha de vencimiento (ilimitados). En un evento de knockout, los Turbos vencen anticipadamente.
Los Warrants Tradicionales ofrecen el derecho -pero no la obligación-, de comprar (Call) o vender (Put) un activo subyacente a un precio determinado en una fecha futura. A diferencia de los Turbos, los Warrants Tradicionales no tienen barrera de knockout y no vencen anticipadamente.
Un Certificado Tracker es un producto diseñado para replicar el rendimiento de un índice bursátil, temático o ETF. A diferencia de los Turbos y los Warrants, los Trackers no son apalancados, lo que significa que su valor se mueve en línea con el índice o activo que siguen, ofreciendo una exposición más directa y menos arriesgada.
El Certificado de Capital Protegido garantiza la devolución del capital nominal al vencimiento, independientemente de cómo se comporte el activo subyacente. Sin embargo, el rendimiento adicional está vinculado al desempeño del activo. Es una opción más conservadora que permite a los inversores participar en el crecimiento del mercado con un riesgo limitado de su capital inicial.
¿Qué tipo de inversor se puede beneficiar más de estos productos? ¿Hace falta tener un perfil muy técnico o profesional?
Estos productos están diseñados principalmente para inversores minoristas que son, por lo general, autogestionados y que comprenden plenamente los riesgos asociados. Es fundamental que los inversores tengan un conocimiento sólido de cómo funcionan estos productos y estén dispuestos a asumir el riesgo de pérdida total de su capital.
Los brókeres están obligados a realizar una evaluación de idoneidad antes de permitir que un inversor negocie con estos productos. Esta evaluación ayuda a determinar que el inversor comprenda las características y los riesgos involucrados, alineando sus objetivos de inversión con su perfil de riesgo.
No es necesario tener un perfil técnico o profesional para beneficiarse de estos productos, pero sí es crucial que el inversor sea consciente de los riesgos y esté preparado para asumir las fluctuaciones del mercado. Aquellos que se informan adecuadamente y tienen una estrategia clara pueden aprovechar las oportunidades que ofrecen estos productos en su cartera de inversión.
¿Qué riesgos implican estos productos? ¿Cómo se puede limitar el riesgo y evitar errores comunes?
Los productos cotizados implican varios riesgos, siendo el principal la posibilidad de sufrir pérdidas significativas, incluso totales. Esto es especialmente grave si un inversor no comprende el perfil de cada producto y decide invertir una cantidad excesiva de su capital.
Para limitar el riesgo, es fundamental recordar que nunca se puede perder más de lo invertido. Por lo tanto, una estrategia efectiva es invertir solo el montante que uno esté dispuesto a perder en su totalidad. Esto ayuda a gestionar el riesgo de manera más efectiva.
Otro riesgo a considerar es el aspecto psicológico. Las ganancias rápidas pueden llevar a los inversores a aumentar sus exposiciones en momentos de euforia, lo que puede resultar en decisiones imprudentes. Los mercados, a menudo, imponen correcciones a aquellos que actúan sin cautela.
Un inversor exitoso siempre tiene un plan de inversión concreto y lo sigue de manera disciplinada, evitando decisiones impulsivas. Es importante incluir expectativas de pérdidas en la estrategia y no intentar recuperar pérdidas de inmediato invirtiendo de manera desmedida. Evitar estos errores comunes es crucial para proteger los ahorros y mantener una trayectoria de inversión saludable.
Mencionaba la importancia de la formación antes de empezar a invertir. ¿Cuáles son los pasos a seguir?
Efectivamente, la formación es fundamental antes de comenzar a invertir en productos cotizados. Es el cimiento de cualquier acción que se tome en el ámbito de las inversiones. Puedes adquirir conocimientos a través de diversas fuentes, como estudiar sobre el tema, participar en seminarios web, ver vídeos educativos o leer libros especializados. Sin embargo, la experiencia práctica y el aprendizaje a través de los errores son igualmente cruciales.
Es importante entender que el aprendizaje es un proceso a largo plazo. Aunque tengas acceso a una gran cantidad de información teórica, nunca estarás 100% preparado para enfrentar el mercado. La clave radica en conocer los riesgos y el perfil de cada producto. Al hacerlo, tendrás una base sólida que te permitirá aventurarte con mayor confianza en el uso de estos instrumentos.
La formación continua y la reflexión sobre tus experiencias de inversión te ayudarán a desarrollar habilidades y estrategias que te serán útiles a lo largo de tu trayectoria como inversor. En resumen, una buena educación es esencial para tomar decisiones informadas y gestionar los riesgos asociados a la inversión en productos cotizados.
Finalmente, ¿qué consejos le daría a alguien que se está planteando empezar a invertir utilizando productos cotizados?
Primero, que se familiarice con un activo subyacente específico. Elegir una acción o activo que sea de interés y estudiar su comportamiento en diferentes escenarios de mercado. Esto ayudará a comprender mejor cómo puede reaccionar ante cambios en el entorno económico.
En segundo lugar, habría que seleccionar un producto cotizado adecuado, con características que entendibles y que se alineen con el perfil de riesgo y recompensa esperada. Después, establecer unos objetivos de inversión. Antes de invertir, recomiendo escribir las razones por las cuales decides hacerlo en ese momento, determinando los límites de ganancias y de pérdidas, e identificando los riesgos que podrían surgir durante la inversión y las posibles reacciones.
Ahora sí, es el momento de comenzar con una inversión real, pero modesta. Esto permitirá aprender y ganar experiencia sin asumir un riesgo excesivo. En todo momento hay que seguir de cerca la inversión, anotando cualquier observación importante durante el proceso: compara la evolución real del producto con el comportamiento anticipado, reflexiona sobre cualquier diferencia e intenta comprender las variaciones antes de acudir al emisor para solicitar ayuda. Finalmente, repite el proceso e intenta mejorar tus expectativas y decisiones con la experiencia que vas ganando.
Estos consejos ayudarán a construir una base sólida y a tomar decisiones informadas a medida que comienzas tu camino en el mundo de los productos cotizados.
Producido por EcoBrands
La inversión en Productos Cotizados requiere una vigilancia constante de la posición. Los Productos Cotizados comportan un alto riesgo si no se gestionan adecuadamente. Existe la posibilidad de que el inversor pierda la totalidad de su inversión. Antes de invertir los inversores deben consultar el KID, el Folleto Base y las Condiciones Finales del producto disponibles en https://bolsa.societegenerale.es/