"Quién no invierte es porque no quiere", este es el mensaje que se está dando ahora desde las redes sociales. Cada vez son más los influencers, más conocido como finfluencers, que suben contenido dando consejos de inversiones o como ahorrar. Su público más cercano es la generación Z (los nacidos entre 1995 y principios de los 2000). Gracias a esto los jóvenes se han acercado más a los mercados financieros; sin embargo, esto puede tener una cara b.
Un finfluencer no tiene supervisión, en realidad, simplemente le basta con conquistar a la gente a través de la pantalla y saber atraer a la gente con su contenido. Un asesor financiero tiene una formación en inversión y debe cumplir con una normativa. De hecho, desde la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) llevan años advirtiendo sobre la mala praxis de algunos finfluencers.
El atractivo de los Finfluencers: Invertir en la Era de las Redes Sociales, el estudio publicado por CFA Institute, la asociación global de profesionales de inversión, alerta del abuso por parte de las generaciones más jóvenes de las redes sociales como medio de informarse sobre finanzas y gestión económica. Para realizar dicho estudio se ha analizado el contenido de redes como TikTok, YouTube e Instagram tanto en Estados Unidos como Reino Unido, Francia, Alemania y los Países Bajos, para comprender las prácticas de estos influencers financieros. Ante esto los números son claros, hasta el segundo trimestre de este año, los finfluencers lograron más de 800 visualizaciones de video en comparación con las 500 que han obtenido otros influencers.
"Emprendí con 20 años y me fue muy bien. No sabía qué hacer con ese dinero y los bancos tampoco me ayudaron mucho, así que busqué información por mi cuenta y me empecé a formar. En 2020, con la pandemia, se paró la actividad económica de mi empresa y entonces fue cuando me abrí el canal de YouTube. Crecí en seguida en número de seguidores y en 2022 me dediqué ya a tiempo completo a crear contenido", explica a este periódico Javier Linares, empresario, inversor y asesor financiero con más de 220.000 suscriptores en YouTube. Y añade que "mi intención es que la gente sea capaz de invertir con sentido y ahorrar. La meta es que sean autosuficientes con sus finanzas".
Analizando las redes sociales y los perfiles de los finfluencers, el estudio concluye que el 45% del contenido que ofrecen es "orientativo", es decir, información muy generalizada sobre inversiones; pero sin estrategias para gestionar los ahorros. Un 36% son promociones de marketing y publicidad de productos de inversión y un 32% realizó recomendaciones de inversión, aunque durante algún curso de acción específico.
En la era de las redes sociales, ¿cómo no iban a triunfar los finfluencers? Según Emplifi, una plataforma especializada en customer engagement, en Instagram y YouTube, estos influencers, han registrado un crecimiento sin precedentes en seguidores. Así, en Instagram, aquellas cuentas que tienen más de 100.000 seguidores experimentaron un crecimiento de usuarios de un 15% con respecto al año pasado.
En términos general, los finfluencers no solo está ganando más audiencia, sino también en generación de contenidos. En concreto, en YouTube publicaron cinco veces más videos que otros influencers y en Instagram subieron el doble de posts.
Con estos datos, no cabe extrañar que cada vez más gente recurra a este tipo de contenido y lo considere parte de su educación financiera. "La audiencia es variada, va desde estudiantes, jóvenes que están en sus primeros trabajos o gente que está cerca de la jubilación y quieren informarse. Se ve que hay un apetito por las finanzas", asevera Linares. Y agrega que "la educación financiera debería empezar en los colegios, porque mucha gente no sabe cosas tan básicas como leer una nómina, conocer sobre su IRPF o leer un contrato de alquiler.
Ante la falta de regulación y de control que hay en las redes sociales, desde CFA Institute aseguran que hay que impulsar la educación financiera de las próximas generaciones. "Siempre digo que no te fíes ciegamente de nadie que ves en redes sociales. Hay que tener sentido común y no creerse todo a pie juntillas, para eso hay que informarse por otros lados", explica Linares.
Desde la administración su labor es otra. Los reguladores deben cooperar "para diseñar e implementar una definición más universal de lo que significa "una recomendación de inversión"; interactúen con los finfluencers para asesorar y aclarar qué actividades de influencia están reguladas; y registren e informen públicamente sobre las quejas y actividades que hayan sido denunciadas", apunta el estudio. Del mismo modo, es esencial que "las plataformas de redes sociales mejoren sus controles y asuman una responsabilidad adicional para garantizar que los creadores de contenido sean transparentes e identifiquen qué es promoción o publicidad", concluyen desde CFA Institute.