
Durante la temporada estival vivimos momentos inolvidables y es, posiblemente, una de las estaciones que mejores recuerdos nos trae. La buena temperatura, los largos días de sol y los planes con amigos y familia hacen esta época perfecta para disfrutar y relajarse. ¿Quién no ha soñado con vivir un verano que dure todo el año?
Por suerte, en los Paradores de las Islas Canarias puedes desconectar, relajarte y disfrutar del buen tiempo siempre que desees.
Con temperaturas medias anuales que oscilan entre los 18ºC en invierno y los 25ºC en verano, las Islas Canarias mantienen un clima suave y agradable prácticamente durante los doce meses del año. Es una de las regiones más soleadas de Europa, con más de 3.000 horas de sol. Además, el agua de sus costas tiene una agradable temperatura que varía entre los 18ºC y los 22º. Un lugar perfecto para disfrutar del verano cuando y como quieras.
Atardecer desde los impresionantes jardines del Parador de La Gomera.



El último de los paradores de costa se encuentra en la Isla Bonita. Es el destino soñado por los amantes de la naturaleza, la tranquilidad, los deportes de aventura y la astronomía. El Parador de La Palma es el lugar perfecto para conocer todos los rincones de una de las islas más bonitas. Se trata de un edificio de arquitectura típica canaria, con preciosas paredes blancas y delicados balcones de madera. También dispone de unos enormes jardines en los que encontrarás más de 70 especies, entre ellas algunas autóctonas como dragos, tajinastes y tabaibas. Además, cuenta con una piscina con espectaculares vistas al Atlántico que hará las delicias de los bañistas.
Espectacular paisaje volcánico
En las Islas Canarias hay disfrute para todos los gustos. Porque si lo que te interesa es deleitarte con los paisajes volcánicos, la naturaleza y la gastronomía canaria, los Paradores del interior de las islas son la elección correcta.
Piscina con vistas a la Caldera de Tejeda, Parador de Cruz de Tejeda.


En los restaurantes de estos Paradores podrás degustar los platos canarios más típicos, unas papas arrugadas con mojos, una tabla de quesos de las islas o un potaje de berros, mientras admiras la panorámica del paraje lunar tan característico de las zonas volcánicas.
En definitiva, en estos Paradores se puede disfrutar del buen tiempo siempre que queramos. ¡El verano nunca acaba!
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