
El exgobernador del Banco de España Miguel Ángel Fernández Ordóñez apuntó hoy a la gestión de los problemas de la banca por parte del exministro de Economía Luis de Guindos y al informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) señalando a Bankia como el problema del país como los aceleradores de su colapso.
Durante su intervención como testigo en el juicio sobre la salida a bolsa de Bankia en la Audiencia Nacional, Fernández Ordóñez reconoció que los inspectores afloraron "problemas serios de viabilidad" en la entidad en su informe de finales 2011, pero los encontraron "resolubles con dotaciones y otras vías" distintas a una inyección de capital.
"En la segunda parte de abril, cuando sale el informe del FMI, se produce la caída del rating de España, y es cuando ya empiezan los funcionarios a hablar de hacerlo con capital. Hasta entonces se piensa que se puede hacer por otras vías como son los saneamientos", insistió.
Entre esas alternativas indicó que Bankia "estaba hablando también con otras entidades para poder hacer alguna operación que luego no se hace". Corría el primer semestre de 2012 y, según subrayó, los bancos "tenían el mejor rating de cualquier banco en el mundo".
Pero "en ese primer semestre empezaron a salir los decretos (en alusión a las dos normas aprobadas por Guindos que obligaron a los bancos a efectuar millonarios saneamientos), el informe del FMI", y la incertidumbre se apodera de los mercados, haciendo "evidente que necesitaba inyectarse dinero en Bankia", insistió.
En algunos foros se apuntó precisamente al exministro de Economía como inductor de que el organismo internacional colocase al banco en el foco de los mercados como uno de los principales problemas del país por su vulnerabilidad.
"Los problemas de los bancos se conocen cuando se han solucionado"
Según Fernández Ordóñez, su difusión "hubiera tenido utilidad si se publica después de resolver" el problema, pero al saltar previamente lo agrava, al disparar las alarmas de los mercados. "Los problemas de los bancos se conocen cuando se han solucionado", dijo.
Para entonces Bankia se encontraba en conversaciones con el supervisor para elaborar el plan con el que preveía resolver sus vulnerabilidades. En este punto el exgobernador reprochó a Guindos que asumiese las riendas y ladease al Banco de España en la gestión con Bankia.
"El Banco de España no le gustó lo que estaba haciendo el ministro porque su actuación hizo que salte por los aires" lo que se estaba haciendo con Bankia y provocó que se hundieran los mercados, pero decidimos apoyarle, "siempre que no fueran cosas ilegales, porque no hacerlo "hubiera sido un dislate total", ya que los mercados dan más credibilidad a un supervisor que a un ministro, sostuvo.
En este sentido, refirió que fue entonces cuando se produjo el cambio de gestores en el banco, con la salida de Rato y el nombramiento de José Ignacio Goirigolzarri, y "a los pocos días" fue cuando se pidió permiso para la nacionalización.
Correos de los inspectores
Durante su intervención y a preguntas de la fiscal Carmen Launa, el exgobernador negó haber sabido de los correos del inspector José Antonio Casaus alertando sobre la viabilidad del Bankia antes de que saliesen a la luz con el inicio de la investigación judicial.
Fernández Ordóñez reconoció que durante los trabajos de supervisión pueden surgir diferentes visiones y opiniones, pero sostuvo que el propio grupo de inspección de la entidad no debió compartirlos porque no se elevaron a la Comisión Ejecutiva del organismo supervisor, donde hubiese tenido conocimiento de los mismos.
Dichos informes y emails alertaban sobre la inviabilidad del banco antes de salir a bolsa. A juicio del exgobernador, el inspector "acertó por casualidad" en su extrema fragilidad, pero no el diagnóstico sobre la raíz de los problemas.
La salida a bolsa, en el foco
Durante su declaración, Fernández Ordóñez buscó distanciarse de decisiones claves como la salida a bolsa, asegurando que fue una estrategia asumida por los gestores y la aprobó la CNMV, o del día a día con la entidad, al ser tarea de la inspección.
Tanto es así que dijo desconocer los problemas de Banco de Valencia, salvo cuando se elevó al Comité Ejecutivo del Banco de España que Bankia había decidido no apoyarla inyectándole recursos, y algo que dijo entender porque era una decisión soberana del banco.
"Bancaja no aguanta, Bancaja no puede. Ahora está cumplimiento con los requisitos pero en unos meses, con la situación que tenemos, no aguanta"
Sí reconoció, sin embargo, forzar la reunión del expresidente de Bancaja José Luis Olivas con el expresidente de Caja Madrid Rodrigo Rato para negociar una fusión ante la imposibilidad del grupo levantino de salir adelante solo. "Bancaja no aguanta, Bancaja no puede. Ahora está cumplimiento con los requisitos pero en unos meses, con la situación que tenemos, no aguanta", relató que le indicaron los inspectores que revisaban Bancaja, y que movió a decidir que el subgobernador, Javier Aríztegui, emplazase a Olivas, aún en contra de su opinión.
En línea con este distanciamiento reconoció haberse sorprendido con que el banco presentase las cuentas de 2011 sin auditar, ante la negativa del auditor a validarlas con la información de la que disponía y tal y como se habían formulado. "Fue una sorpresa para todo el mundo", sostuvo, asegurando haberse enterado, al igual que los inspectores del Banco de España, por una "noticia en prensa".
Otro de los aspectos puestos en cuestión durante el juicio son las razones por la que el organismo supervisor permitió a las cajas cargar los saneamientos que necesitaban las entidades contra patrimonio y no contra resultados al fusionarse, permitiendo según los críticos proteger así las cuentas y no presentar pérdidas poco antes de su salida a bolsa.
Al ser cuestionado al respecto, defendió que era la forma correcta de contabilizarlo porque era la fórmula utilizada para las fusiones y la que, tras un debate "superestudiado", se decidió fijar en las uniones frías de cajas de ahorros como fue la de Bankia. "Hubiéramos dado una imagen falsa de lo que era Bankia" de no hacerlo así, zanjó, asegurando que tanto si se hubiese cargado contra resultados como se hizo contra reservas no hubiese alterado el valor patrimonial del grupo.
Las declaraciones más relevantes
Entre las declaraciones más relevantes que ha ofrecido hoy Fernández Ordóñez a la fiscal Carmen Launa destacan las siguientes:
- "Yo no estaba, yo no se nada", ha asegurado en relación al cambio en la valoración de BFA en junio de 2012, un 200% inferior a la efectuada por AFI y Ernst&Young un año y medio antes, de 13.836 millones de euros.
- "Fue una sorpresa para todo el mundo que Bankia publicara sus cuentas sin informe de auditoría".
- "De la dimisión de Rato" -el 7 de mayo- "me enteré por la prensa, era un lunes y yo el viernes estaba al habla con la entidad, y la idea era seguir hablando".
- "Nadie estaba preparado para algo así, pero es que la realidad no fue una situación estresante, sino que fue un hundimiento monstruoso".
- "Yo escribía siempre el mismo artículo y le cambiaba el título", en referencia a sus colaboraciones en prensa en los años 2003 y 2004, en las que alertaba sobre el nivel excesivamente bajo de los tipos de interés, que alentaron de la burbuja inmobiliaria.
- "La salida a bolsa de Bankia, desde el punto de vista de la supervisión y de la comisión ejecutiva del Banco de España, era razonable, en ese momento nos pareció bien; si nos hubiese parecido mal, nos hubiésemos opuesto. Pero el resto, yo que sé".
- "El problema que había es que se trataba de presidentes 'políticos', como José Luis Olivas o Rodrigo Rato", éste ultimo junto con el exministro de Economía Luis de Guindos o el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, opciones que se barajaron para presidir Caja Madrid "perfectamente honorables pero sin experiencia en el sector".
- "A veces en los directivos de las cajas había intereses de otro tipo, como seguir en sus puesto y cobrando, aunque no digo que ese fuera el caso de José Luis Olivas".
- "El Banco de España no lo sabe todo, ésa es la labor de los gestores, a los que hay que preguntar, creo, es a los gestores"; al organismo le corresponde "detectar lo que no se ha hecho, pero no dice nunca nada; hay cosas que no entiendo ni cómo se hacen, entiendo la filosofía, pero hay que preguntar a quien lo hizo".
- "Es como si me dicen que usted se va a morir a la salida porque le puede caer encima un teja, y muere, pero no por ese motivo", sobre los informes del inspector José Antonio Casaus que puso en duda la viabilidad del grupo.