
Bankia ha advertido de que imponer un impuesto específico a la banca no sólo afecta a la cotización en Bolsa del sector sino que acabará mermando la rentabilidad, ya de por sí baja, y teniendo un impacto en la solvencia del sistema. El consejero delegado de la entidad ha señalado que esta situación obstaculizará la privatización del banco.
La promesa de una impuesto específico para el sector financiero continúa siendo el protagonista de la temporada de presentación de resultados. Si ayer el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, advertía que la entidad podría plantearse "mover estructuras" para evitar perder competitividad en un entorno de mayores impuestos, hoy José Sevilla, consejero delegado de Bankia ha reconocido que la "incertidumbre" sobre esta tasa repercutiría negativamente en la cotización del sector.
Sevilla reconoce que la expectativa de la venta repercute en que existan posiciones bajistas en el valor y que esto es un hándicap para que la cotización suba. En consecuencia, también para que el Estado pueda salir del capital con plusvalías
El consejero delegado del banco no quiso confirmar si la ejecutiva del banco ya se ha reunido con Nadia Calviño para valorar la posible privatización, pero fuentes consultadas señalan que, al menos telefónicamente, si se habrían producido esos encuentros y que el mensaje del presidente de Bankia a la ministra habría sido que no hay prisa para aprobar un incremento en el plazo de salida.
Según ha explicado el consejero delegado, justificar un impuesto "basándose en que la banca gana mucho es sencillo", pero ha insistido en que el "gran reto" es que el sector tiene que ser rentable.
Actualmente los bancos tienen que tener una rentabilidad superior al 9 o 10% únicamente para cubrir el coste de capital, lo que pocas entidades españolas logran, y si el sector no es rentable, ha advertido, se acaba poniendo en peligro la solvencia.
Además, ha abogado por impulsar un marco fiscal homogéneo en Europa para que la banca compita "en igualdad de condiciones", ya que tener una mayor carga impositiva en España se puede convertir en una desventaja para las entidades españolas en un entorno europeo.
Las intenciones del Gobierno está afectando a la cotización del sector y afectará a los resultados
Ha pedido al Gobierno que tome cualquier decisión sobre la imposición de un impuesto a la banca "con visión global" y, a renglón seguido, ha dicho que Bankia advierte del impacto de un impuesto a la banca pensando "en lo mejor para los accionistas", entre ellos el propio Estado con una participación superior al 60%.
La carga fiscal que tenga Bankia es "importante" y afecta al precio de la acción, ha añadido, antes de considerar que parte del mal comportamiento de la banca en bolsa en las últimas semanas se debe a la incertidumbre acerca de los planes del Gobierno y cómo van a afectar a los beneficios del sector.
Y ha considerado también que "no tiene mucho sentido" hablar de un impuesto a la banca porque hubo un rescate financiero, cuando con él no se rescató a ningún banquero sino a los depositantes y se contribuyó a una bajada de la prima de riesgo que ha beneficiado a todos al abaratar el coste de financiación de España.
El Gobierno también trabaja en la instauración de un tipo efectivo mínimo en el Impuesto de Sociedades, algo que se hará mediante la simplificación de las deducciones, y hay incertidumbre sobre la tributación relacionada con Activos Fiscales Diferidos (DTA, por sus siglas en inglés). Sevilla ha explicado que el impuesto a la banca es un "futurible" y "no sabemos en qué se manifiesta o concreta".
Sevilla no descarta que este año pueda llevarse a cabo la venta de algún paquete de acciones
Sevilla ha insistido en que lo importante a la hora de llevar a cabo el proceso de privatización de la entidad es "hacer las cosas bien y buscar un buen momento", aunque no descarta que este año pueda llevarse a cabo la venta de algún paquete de acciones.
"Esto es como dejar de fumar, siempre parece que mañana será el mejor momento para hacerlo y en ese momento tenemos que movernos", ha ejemplificado Sevilla durante la presentación de las cuentas semestrales de Bankia. "Es el accionista el que tiene que tomar decisiones y mirar cuál es el mejor momento del mercado", ha recordado.
El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) todavía posee el 60,63% del capital social de Bankia, repartido en 3.084 millones de acciones. El Estado debe vender esta participación a inversores privados dentro de un plazo que finaliza el 31 de diciembre de 2019, si bien podría ampliarse por la vía del Real Decreto si el Gobierno así lo decidiese y contase con los apoyos para ello.
En cualquier caso, el directivo cree que el interés de los fondos por comprar Bankia no se ha visto influido por el cambio de Gobierno y que podría haber más ventas de paquetes en 2018. "Nosotros no descartamos nada, la decisión corresponde al accionista, que supongo que va a valorar las condiciones de mercado", ha indicado Sevilla.