Banca y finanzas

Si su vecino gana la lotería, cuidado: puede estar más cerca de arruinarse

El concepto de envidia sana es difícil de medir. Pero de lo que sobran ejemplos es de la otra envidia, la insana. Uno que quizá no pareciera tan obvio es el riesgo para la salud financiera propia que conlleva el que el vecino gane la lotería. Al menos en Canadá, según ha descubierto un nuevo estudio llevado a cabo por el Banco de la Reserva Federal de Filadeldia.

La conclusión es clara: los vecinos más cercanos de los agraciados con un premio en algún sorteo tienen mayor propensión a gastar de más y de manera ostentosa, invertir de manera más arriesgada y, finalmente, acabar arruinados. La muestra del estudio es grande, analizando más de 7.300 premios de lotería en una provincia canadiense entre los años 2004 y 2014.

Este efecto de la envidia en las cuentas corrientes es todavía mayor cuanto más pequeño el vecindario, ya que se centró en códigos postales con una media de solo 13 vecinos. Así, los investigadores Sumit Agarwal, de la Universidad de Georgetown; Barry Scholnick, de la Unviersidad de Alberta; y Vyacheslav Mikhed, de la Fed de Filadelfia, concluyeron que un premio equivalente a un salario medio anual eleva un 6,6% la tasa de bancarrota.

El estudio es una ampliación de otro previo, realizado en 2016, que también concluyó que los sujetos estudiados trataban de igualarse a sus vecinos premiados comprando cosas que se pudieran ver desde fuera, como coches, en lugar de cosas más íntimas, como el mobiliario de la casa.

El nuevo estudio buscó centrarse en premios pequeños -entre 1.000 y 150.000 dólares canadienses- porque aquellos que se hacían realmente ricos con la lotería tendían a mudarse. Además, los que ganan pequeñas cantidades tienden a esconder su buena suerte, por lo que el efecto de la envidia podría quedar neutralizado.

Mayor premio, mayor riesgo de quiebra

Los resultados, en cierta manera, corroboraron esta teoría, ya que cuanto mayor sea el premio, mayores probabilidades de ruina para los vecinos del barrio. Otros estudios habían comprobado que el gasto de los vecinos de los agraciados tendía a crecer, pero hasta ahora ninguno lo había relacionado directamente con sus decisiones financieras, y se especulaba con que simplemente se intentara ganar más dinero sin poner en peligro sus finanzas.

Además de esta mayor tendencia a la quiebra de los vecinos de los premiados, se han encontrado otros hallazgos interesantes, especialmente sobre los caminos que llevaron a estos 'envidiosos' a la bancarrota, según explicó Mikhed a Bloomberg.

En primer lugar, estos vecinos modificaron su perfil inversor, poniendo más dinero en activos de más riesgo, como las acciones. Además, tendieron a pedir más dinero prestado que el canadiense medio. Lo que es consecuente con la teoría de buscar maneras de 'igualarse' con sus vecinos.

Al menos, una señal positiva: no se encontraron evidencias de que la gente que se arruinó lo hiciera apostando o invirtiendo grandes cantidades de dinero en lotería. En cualquier caso, si estas Navidades le toca el Gordo a su vecino, tenga cuidado con su cuenta bancaria.

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