
Los deterioros por participaciones industriales o por filiales se están convirtiendo en una constante para BBVA. Año tras año el banco español tiene que asumir un impacto importante en la cuenta de resultados por reconocimiento de pérdidas. Desde que estalló la crisis, en 2008, este agujero suma algo más de 7.600 millones de euros, incluyendo el efecto que tendrá Telefónica en sus beneficios en 2017.
El grupo que preside Francisco González informó en la noche del martes que cargará contra las ganancias del ejercicio pasado 1.123 millones por la caída de valor en la cotización de la operadora, de la que controla casi un 7% del capital.
El banco, por tanto, verá reducido su beneficio en torno a una cuarta parte. Los analistas esperaban que BBVA ganara en 2017 aproximadamente 4.600 millones. Ahora esta cifra se situará sobre los 3.500 millones.
La dentellada de Telefónica se suma a la larga lista que le han aportado principalmente el chino Citic Bank, el turco Garanti y el americano Compass en los últimos ejercicios. En diez años los ajustes en estas firmas han mermado un 22% las cuentas de la entidad hasta 29.500 millones.
Otros 'agujeros'
En este periodo, además, ha tenido que llevar a cabo otros deterioros que no han tenido impacto en los resultados, pero sí han drenado su solvencia -capital-. Así, redujo la valoración de Telefónica contra reservas y recursos propios en 2015 y asumió un efecto negativo de 1.447 millones por la tasación de su franquicia de Venezuela debido a la depreciación del bolívar.
De hecho, en el primer semestre BBVA había cargado más de 800 millones contra solvencia por el ajuste de Telefónica, pero al alargarse la bajada de la cotización de la operadora ha tenido que traspasar este efecto a resultados al estar más baja que el coste de adquisición de la participación durante 18 meses consecutivos, tal y como establece la nueva normativa.
CaixaBank se libra
CaixaBank, que también es socio principal de Telefónica -con un 5%- ha podido esquivar este golpe en sus cuentas en 2017, ya que en la primera parte del ejercicio el valor de Telefónica llegó a superar durante dos meses el coste de la inversión y poner a cero el contador de los 18 meses.
Desde el estallido de la crisis el mayor ajuste que ha realizado BBVA ha sido el de Citic Bank, la aventura china que fracasó. En 2013 reconoció unas minusvalías de 2.600 millones por su participación en esta entidad, con la que exploró negocios conjuntos y de la que esperaba suculentos beneficios. Tras este deterioro se desprendió poco a poco de todas las acciones.
En Estados Unidos rebajó el valor del fondo de comercio de su filial en dos ocasiones, ante las menores expectativas de negocio. En 2009 asumió una pérdida de 704 millones y en 2011, superior a los 1.000 millones. El turco Garanti, su gran apuesta en estos momentos, le asestó un golpe en las cuentas de 1.840 millones. La estafa de Madoff y la filial de Venezuela completan la lista de deterioros desde 2008.