Banca y finanzas

Northern Rock: diez años de la quiebra de la primera víctima de la crisis subprime

  • El Estado inyectó de forma directa 1.400 millones de libras
  • El BoE intervino una entidad por primera vez en más de un siglo
Colas en 2007 en las oficinas de Northern Rock. // Foto: Reuters.

Se cumplen diez años del rescate de la primera entidad bancaria que quebró por culpa de la crisis subprime. El Banco de Inglaterra tuvo que intervenir por primera vez en más de un siglo. A Northern Rock se le recuerda por las grandes colas que provocaron sus depositantes a las puertas de las sucursales. El Estado inyectó de forma directa 1.400 millones de libras, de los cuales 400 millones no se han recuperado. La imagen de Northern Rock ha desaparecido tras la compra de Virgin Money.

A la vuelta del verano de 2007, la economía mundial entraba en el peor desastre financiero desde la Gran Depresión. El mercado hipotecario de EEUU había colapsado y sus miserias se habían repartido por todo el sistema bancario internacional. Los términos de hipotecas subprime, préstamos para adquirir vivienda de difícil cobro, y los CDO, vehículos financieros de titulización de hipotecas, habían traspasado la frontera del mundo de las altas finanzas para saltar a los medios de comunicación como el origen de la próxima crisis que se estaba generando.

A principio de agosto, varios hedge funds vinculados a uno de los principales bancos de inversión de Bear Stearn expuestos a los productos tóxicos de las subprime cierran sus reembolsos. A los pocos días, las turbulencias llegan a Europa. El banco francés BNP Paribas es la primera entidad europea en reconocer problemas con el corralito de tres de sus fondos.

La gravedad de la situación quedaba eclipsada por unas bolsas desatadas con las inyecciones de liquidez de los bancos centrales que acudieron al rescate de los bancos ante la que se avecinaba. Hasta ese momento la crisis quedaba restringida a los mercados financieros, pero dio la cara en la economía con la quiebra del primer banco tradicional, el británico Northern Rock.

Falta de liquidez

El 14 de septiembre de 2017, el Banco de Inglaterra (BoE) acudió al rescate de la entidad e intentó que fuera lo más discreta posible para evitar el pánico de los clientes. Un día antes filtró la noticia la BBC. Nadie se esperaba que el sexto banco del país y líder en hipotecas se fuera a pique. Northern Rock no funcionaba como un banco de inversión con exposición a los activos tóxicos de la subprime, pero había basado su negocio de préstamos de forma agresiva con altas dosis de apalancamiento.

Unos días antes el líbor, el índice interbancario que refleja a que intereses se prestan entre sí, se sitúa en niveles históricos superando las tasas que ofrece el BoE a los bancos británicos. El mercado interbancario está seco y los bancos han parado la operativa de liquidez del sistema.

Una situación que llevó a la quiebra técnica Northern Rock. La entidad desde hace años había crecido de forma desmesurado empezado a conceder hipotecas de manera indiscriminada. Para la banca comercial, lo habitual es conceder crédito con el pasivo que captan de sus clientes. Es decir, prestar dinero a un precio más alto con el que captan dinero a través depósitos. Northern Rock había encontrado la fórmula mágica aprovechado el dinero fácil de los mercados mayoristas para financiar la concesión de hipotecas. Cuando el flujo de crédito fue interrumpido por la crisis subprime, la entidad se quedó rápidamente sin liquidez.

Intervención y rescate

Las autoridades del país intentaron vender el banco como una entidad solvente y la intervención como un apoyo circunstancial a la condiciones del mercado. Ni los inversores, ni los clientes les creyeron. En bolsa, las acciones Northern Rock se desplomaron un 32% y los depositantes hacían cola en las sucursales de la entidad, agravando la situación.

A los pocos días, el Gobierno británico se ve obligado a garantizar los depósitos de los clientes y buscó desesperadamente inversores para que se hicieran cargo de la entidad. No tuvo más remedio que nacionalizarla en febrero de 2008 con una inyección de 1.400 millones de libras para calmar a los clientes.

No sería más que el preludio de un gran rescate al sector a finales de 2008, cuando ya Lehman Brothers había quebrado y la crisis había mostrado su peor cara. El Tesoro adquirió el 63% de RBS por el equivalente ahora a 20.000 millones de libras y 17.000 millones de libras a HBOS y Lloyds TSB.

Privatización

El banco fue vendido tres años después, en 2011, a Virgin Money, propiedad del empresario Richard Branson, por 747 millones de libras. Northern Rock fue la primera entidad británica intervenida en más de un siglo y por el camino se perdieron 2.400 empleos. La entidad recibió apoyo por más de 20.000 millones de libras que han sido devueltos.

Northern Rock nació en 1965 a raíz de la fusión de las sociedades hipotecarias Northern Counties Permanent y Rock. En 1997, se desmutualizó, pero siguió manteniendo su carácter social. Su fundación recibía el 5% de los beneficios que eran destinados a obra social. El Estado ha perdido 400 millones de libras en su rescate y se estima que los accionistas de la entidad perdieron 8.000 millones de libras tras ser intervenido.

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