
Deutsche Bank se encuentra entre la espada y la pared. El banco alemán intenta distanciarse del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien adeuda casi 300 millones de dólares a la entidad (347 millones de euros al cambio actual). Una situación peliaguda, ya que el inquilino de la Casa Blanca incluyó una garantía personal durante la negociación entre 2012 y 2015 de las condiciones de la deuda, algo que le ofreció ciertas ventajas pero que, en caso de impago, permitiría al banco embargarle ciertos activos.
Según adelantó Bloomberg, desde que Trump ganó la elecciones presidenciales el pasado 8 de noviembre, el banco ha intentado reestructurar parte de las cláusulas para evitar poder verse en la tesitura de tener que confiscar propiedades de un presidente. Sin embargo, si Deutsche optase por eliminar su garantía personal de las condiciones negociadas podría interpretarse como un trato de favor para el mandatario.
Además, si se retirase esta posibilidad, se endurecerían las condiciones de pago, lo que podría incrementar los intereses, una situación que puede impactar en las cuentas de la Trump Organization. Hasta ahora, los pagos de esta deuda, que incluye uno de sus campos de golf, el hotel Trump en Washington D. C. y una de sus torres en Chicago, no se han visto interrumpidos.
Los 300 millones de dólares que Trump adeuda al banco alemán suponen casi la mitad del apalancamiento total de la Trump Organization y sus condiciones son mucho más favorables que las comúnmente aplicadas a este tipo de créditos. La deuda incluye 170 millones de dólares para el Trump International Hotel en la capital estadounidenses y alrededor de 125 millones para su campo de golf Trump National Doral, en Miami, Florida. El resto de la suma está destinado a un préstamo para una de sus torres en Chicago. Esta deuda vencería entre 2023 y 2024.
De acuerdo a las fuentes citadas por Bloomberg, Deutsche Bank también barajaría la posible venta de esta deuda, una operación que también implicaría un riesgo para posibles interesados en comprarla. dado el intenso escrutinio mediático de Trump.
El asunto se complica si tenemos en cuenta que Deutsche Bank acordó a principios del pasado año abonar una multa de 629 millones de dólares (727 millones de euros). por las maniobras de lavado de dinero a través de sus sucursales en Moscú y Londres. a las autoridades financieras de Nueva York y Reino Unido. Aún así, el caso continúa en la órbita del Departamento de Justicia de EEUU, donde se desconoce el estatus actual. De hecho, los demócratas dentro del Comité de Servicios Financieros del Congreso buscan que se investigue la forma en que el Departamento de Justicia supervisa el caso de Deutsche Bank. dados los posibles conflictos de interés del presidente con esta entidad.