
El euríbor está precipitando su desplome en los últimos meses, a pesar de las expectativas que existen en el mercado de un cambio en la política monetaria del BCE en un futuro no muy lejano y está poniendo contra las cuerdas a la banca. En febrero cerró provisionalmente con una mensual del 0,106% negativo, una tasa que abaratará de nuevo la mayor parte de las hipotecas en nuestro país al estar referenciadas a este índice.
De mantener el ritmo, en tres meses la tasa podría llegar al -0,17%, con lo que las entidades tendrán que tomar una decisión clave que podría acarrearles un nuevo frente judicial.
Las hipotecas más atractivas que se ofrecieron en la época del boom en España se situaron precisamente en euríbor más un diferencial del 0,17%. Fueron comercializadas por Deustche Bank. Si superase este umbral, las entidades podrían verse obligadas a devolver dinero por los préstamos a los usuarios, a través de un recorte del capital principal. En cotización diaria, el indicador alcanzó el martes el -0,113%.
El sector financiero considera que esta circunstancia sería un contrasentido y confía en que esta vez los jueces, de llegar el caso, consideren que las entidades prestan el dinero para obtener un rendimiento y que por tanto tienen que cobrar intereses por el dinero. Pero se temen lo peor. Hace ya varios meses, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, admitió tal posibilidad al señalar al respecto que "podría pasar cualquier cosa, incluso que se pague por prestar".
Desde principios del ejercicio pasado, cuando el euríbor entró en negativo, las entidades comenzaron a incorporar en los contratos la cláusulas cero, por las que en el mejor de los supuestos para los clientes estos tendrían que abonar todo el importe prestado. Es decir, que como mucho, los usuarios se beneficiarían del ahorro total de los intereses. Este condicionante se está introduciendo en las nuevas operaciones y en las hipotecas que se están renegociando por las cláusulas suelo.
Fomento del tipo fijo
Los bancos, además, están fomentando la contratación de créditos a tipos fijos con los que defender así la curva de tipos ultrabajos que tanto daño está causando a sus ingresos. Más de las mitad de los préstamos que están concediendo en la actualidad están referenciados a tasas que no varían al menos en los primeros diez años.
Los expertos y gran parte del sector financiero coinciden en que el euríbor seguirá en tasas negativas hasta, al menos, mediados de 2018. Eso sí, todo dependerá de la coyuntura económica en Europa y de los mensajes que vaya lanzando el BCE sobre su política monetaria. Está previsto que comience a eliminar estímulos el próximo ejercicio.
Algunas entidades son más optimistas en sus pronósticos. Tanto Sabadell como Bankia esperan que el euríbor inicie su recuperación en el segundo semestre de este año. En este sentido, el banco catalán ha basado la actualización de su plan de negocio para 2017 en que a finales de año el indicador entre en el terreno positivo.
Época del boom
Son las hipotecas que en la época del 'boom' y los primeros años de la crisis se referenciaban a intereses variables al incorporar, principalmente, el euríbor en la composición de las cuotas a pagar por los clientes. Desde hace algo más de un año este porcentaje ha venido cayendo sustancialmente hasta situarse en la actualidad a menos de la mitad de los créditos que se conceden para la adquisición de viviendas.