
En plena histeria sobre Deutsche Bank, en mitad de la avalancha de rumores sobre la capacidad financiera del banco, Josep Prats, gestor del Abante European Quality, intentaba poner cordura y calma a través de un post en la red social Finect: "No hay caso Lehman, no hay un nuevo 2008 en ciernes".
No lo decía sólo como observador, sino como accionista del banco, ya que tiene títulos de la entidad alemana entre sus posiciones, una inversión que de momento le está resultando costosa, aunque está seguro de que el sector "se recuperará" porque "la banca europea cotiza a poco más de la mitad de su valor contable. El potencial de recuperación es enorme", afirma.
Eso sí, a corto plazo, cree que las dudas podrían seguir pensado sobre las cotizaciones: "Si una docena de hedge funds dejan de tener a Deutsche Bank como depositario, no tiene un impacto apreciable en su cuenta de resultados o su solvencia, pero si el mercado interpreta que esto es un signo de desconfianza, un trasunto de nuevo Lehman a la europea, la caída en bolsa, a corto plazo, es inevitable. Y en esas estamos. Pero ¿de verdad creen que el BCE, que el gobierno alemán, que la Unión Europea, dejará caer a Deutsche Bank?", se pregunta.
No lo tiene tan claro Alex Fusté, economista jefe de Andbank,: "Yo no sé que hará Ángela con Deutsche Bank, pero cualquier renuncia de Merkel a la regulación comunitaria (por cierto, inspirada por ella misma y contraria a las inyecciones estatales) representará de facto un golpe letal a su credibilidad".
En su opinión, el futuro para las cotizaciones de los bancos sigue siendo sombrío: "Lo único que pueden hacer para mejorar los ratios de capital es un adelgazamiento de balances agregados, lo que implica menos beneficio y caídas en las cotizaciones, o realizar ampliaciones extremadamente dilutivas (caídas en las cotizaciones). Todos los caminos me llevan a cotizaciones deprimidas", afirma.
También cree que el sector "necesita más ajustes" Lluís Peralta, gestor de Robust Global, aunque no se muestra tan negativo: "Su situación es mucho mejor que en 2007 así como el control regulatorio y los recursos del BCE para hacer frente a una crisis de liquidez".
Para ello, se basa en un análisis que han realizado para evaluar el riesgo sistémico a pesar de no tener bancos en cartera, cuya conclusión es que la sangre no llegará al río, sobre todo teniendo en cuenta que Draghi estará ahí cuando se le necesite.
"No estamos diciendo que las operaciones del Deutsche Bank no tengan riesgo. Lo que decimos es que teniendo en cuenta la supervisión y los instrumentos del BCE, así como los niveles de capital de la entidad no hay motivos para pensar en una quiebra, al estilo del 2008 con Lehman, que arrastre a todo el sector", afirma Peralta.
"Pero para los especuladores eso poco importa", afirma Josep Prats. "Con que unos cuantos crean que puede haberlo durante unos días, el negocio ya está hecho". Este viernes alguno probablemente más de uno se puso las botas cuando la acción se desplomó en la apertura... Salvo que siguieran invertidos con el tremendo giro alcista que dio la entidad con los rumores de que la multa que pende sobre su cabeza de EEUU menor de la esperada.