
La guerra abierta en la concesión de créditos al consumo, al calor de la recuperación de la economía, está provocando una mayor flexibilidad en los criterios de las entidades a la hora de formalizar las operaciones, lo que se está traduciendo en una asunción de riesgos más elevada. Esta política ha conllevado que en el segundo trimestre del ejercicio la morosidad de los establecimientos de crédito -que se dedican a los préstamos para la adquisición de bienes- ha roto su tendencia bajista de los últimos veinticuatro meses.
En abril, mayo y junio los impagos de este tipo de firmas registraron alzas, aunque éstas no fueron abultadas. A cierre del primer semestre, la financiación insolvente se situó en 3.083 millones de euros, un 3,52%, según los datos del Banco de España.
Desde el segundo trimestre de 2014 el sector ni veía un aumento de la morosidad puntual ni mucho menos encadenaba tres meses de ascensos de la misma. Entonces, la subida fue más relevante, ya que alcanzó casi el 10%.
El alza de ahora se produce, a diferencia de hace dos años, en un contexto de incrementos de la financiación. Desde principios de 2015 las financieras de consumo marcan una fiebre ascendente. En junio los préstamos concedidos por estos establecimientos superaron el umbral de los 40.000 millones de euros por primera vez desde mediados de 2012. En tasa interanual el crecimiento del saldo sobrepasa el 12%.
El aumento del volumen de actividad está permitiendo al sector contener la tasa de morosidad, a pesar del repunte experimentado en los últimos tres meses. El ratio de impagos se mantiene el 7,6%, muy lejos del 12% sufrido en 2014, cuando el negocio aún estaba en declive.
Mayores márgenes
En la actualidad la banca está impulsando este tipo de créditos a través de sus establecimientos financieros con el objetivo de mejorar la cuenta de resultados por los márgenes más altos que proporcionan, ante la caída de los tipos de interés hasta el terreno negativo. Las tasas que aplican las entidades están se encuentra de media en el 7,6% sin incluir comisiones, el tercero más elevado de la zona euro. Apenas ha descendido interanualmente 0,13 puntos porcentuales a pesar del retroceso en el precio del dinero. El euribor se sitúa en el -0,048%.
El aumento de la actividad se está traduciendo en una mejora clara de los beneficios de los establecimientos financieros, que no se han visto resentidos por el incremento de las insolvencias.
Las financieras ganan más
En el primer semestre de 2016 estas firmas ganaron un 22,6% más que en el mismo periodo de 2015. Los resultados ascienden a 449 millones, un importe superior al de todo 2013. Atrás, por tanto, quedan los ejercicios en los que este sector padeció importantes pérdidas como consecuencia de la crisis. En 2012, el conjunto de los establecimientos generaron números rojos de 170 millones.
Las expectativas ahora son mejores, aunque las menores exigencias a los clientes a la hora de conceder los créditos podría ser perjudicial en un futuro no tan lejano si la evolución de la economía empeora.