
La banca ha conseguido remontar el vuelo en el segundo trimestre del año a pesar de la caída de los tipos de interés hasta el terreno negativo, lo que está provocando una reducción de los márgenes operativos. Sus beneficios por el negocio en España son los mejores desde el año 2009 entre abril y junio -casi 3.500 millones-, lo que eleva las ganancias del primer semestre hasta los 6.139 millones, un 12,4% más. Hasta marzo, los resultados de las entidades de depósito en nuestro país disminuían un 9,2%, según los datos del Banco de España.
La mejora en la evolución del sector se debe a un menor lastre de las provisiones por morosidad, a una contención de los gastos tras los ajustes realizados, y al incremento en la partida de comisiones cobradas. Tal es así, que algunas entidades ha liberado dotaciones en este periodo, un hecho que ha permitido un alza en las cuentas. Además, las pérdidas por la actividad inmobiliaria se han reducido en el conjunto del sistema, aunque siguen siendo elevadas.
Con este crecimiento, la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) se sube hasta el 5,6%, todavía muy por debajo del coste de capital, situado entre el 9% y el 10%.
Previsiones pesimistas
Los banqueros, pese a todo, se muestran pesimistas sobre la evolución futura de los beneficios por el retroceso paulatino de los tipos de interés y de la aún baja actividad crediticia, que en términos absolutos continúa descendiendo.
A juicio del sector y de los expertos, esta situación del precio del dinero en mínimos históricos -el euríbor se encuentra en terreno negativo desde febrero- complicará la gestión en los próximos años, ya que no se espera que los tipos vayan a normalizarse pronto. De ahí que las entidades hayan puesto en marcha planes de recortes de personal y plantilla -que afectan en principio a cerca de 9.000 trabajadores-, además de acelerar la venta de activos improductivos -inmuebles y préstamos morosos-.
Asimismo, no se descarta que próximamente el sector inicie un nuevo proceso de fusiones ante la escasa rentabilidad, aunque ésta se ha aplazado a 2017. La primera operación de este tipo será la absorción de Bankia por parte de la también nacionalizada BMN en el caso de que la Comisión Europea dé su visto bueno. El Gobierno en funciones ya ha iniciado los trámites.