Los ajustes de personal en el sector financiero se acrecientan. Liberbank va ampliar el recorte de plantilla previsto para este año, que será más del doble de lo estimado inicialmente. La entidad anunció ayer a los sindicatos que la próxima semana comunicará los detalles del plan. Fuentes financieras indican a este periódico que la disminución de plantilla alcanzará al menos a 1.100 trabajadores, es decir, más del 21% del total, incluidos las 500 bajas incentivadas pendientes, que se acordaron a finales del año pasado.
La situación de tipos de interés bajos, que limita los ingresos de la banca, está obligando al sistema a llevar a cabo una nueva oleada de despidos, con el fin de intensificar los ahorros de costes y mejorar la eficiencia operativa. Además, se encuentra en un proceso para potenciar la digitalización y adaptarse así a los nuevos tiempos, lo que implica una menor carga productiva para los empleados. En los últimas semanas, el Santander ha pactado la disminución de unos 1.380 trabajadores en España, mientras que EspañaDuero (filial de Unicaja) negocia en la actualidad un recorte de más de un millar de empleados.
Plan de transformación
Liberbank, con la ampliación del ajuste, pretende alcanzar un ahorro de 100 millones, además de adaptar su estructura a su plan de transformación que se encuentra en la actualidad en pruebas. Éste consistirá en una segmentación de su red comercial, de la que una parte de las sucursales dejará de tener caja y se dedicarán al asesoramiento y otra parte contará con máquinas autoservicio para que los propios clientes realicen las operaciones. La red seguirá contando con una parte importante de oficinas tradicionales, como hasta ahora.
El incremento del recorte, asimismo, tendría por objeto adelantarse al más que probable fin del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) a mediados de 2017. Desde hace unos años, toda la plantilla de Liberbank sufre una reducción de la jornada y de sueldo de entre el 10 por ciento y el 30 por ciento. De no renovarse el ERTE, Liberbank tendría un excedente de unos 1.200 trabajadores con respecto a los actuales, que rondan los 5.150.
El grupo liderado por Cajastur, que presentará hoy los resultados trimestrales, espera recortar la factura de 258 millones que actualmente destina a gastos de personal para mejorar la rentabilidad a través de la eficiencia, ya que la capacidad para generar ingresos es reducida, tanto por los tipos bajos -el euríbor permanece en tasas negativas desde febrero- como por una actividad crediticia que aún no ha logrado repuntar. La cartera de préstamos del sector continúa descendiendo y el estimado crecimiento para el conjunto de 2016 depende ahora de la incertidumbre política desatada en España, que está paralizando proyecto de inversión y demanda de financiación.
