
A pesar de la reactivación del crédito, su volumen es aún insuficiente para nutrir bien unos márgenes estrangulados con los tipos de interés a ras de suelo. El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, alertó de que esta realidad, cuando la política monetaria empuja a financiar, puede ofrecer la "tentación" a algunas entidades a prestar sin un adecuado control.
Bajo esta hipótesis avisó al supervisor de que su "responsabilidad" es actuar con los gestores del banco "concreto" que sigan políticas comerciales "erróneas" sin volver a elevar las exigencias a todo el sector, porque una mala práctica no corregida sí puede ocasionar un "comportamiento en manada" de emulación.
El aviso de la AEB, realizado en 'XXIII Encuentro del Sector Financiero' de Deloitte y ABC, llega después de saltar alguna alarma en el sector. Algunos banqueros llevan tiempo denunciando que ciertas entidades prestan a pérdidas. La necesidad de recomponer la rentabilidad alienta, además, a financiar más, elevando, por ejemplo, el porcentaje sobre la tasación del piso, sobre todo si es un inmueble adjudicado que urge vender.
Cobro de comisiones
La dificultad de ganar dinero con los tipos tan bajos ha empujado precisamente el cobro de comisiones, algo que Roldán coincidió en defender junto al director general de la CECA, José María Méndez. Según el presidente de la AEB, cobrar por los servicios prestados será "la norma" en la próxima década aún cuando el proceso "no será fácil ni pacífico". En su favor alegó que facilitará la comparativa entre entidades y el cliente sabrá "cuál le ofrece la mejor calidad al menor coste" cuando el esquema actual, donde unos productos subsidian a otros que se regalan, castiga al cliente que contrata aquellos que soportan sobreprecios.
La vía alternativa a ingresos para encarar el difícil entorno es reducir gastos y ahí, además del ajuste de estructuras, el camino es la digitalización por costes, porque lo exige el cliente y para evitar que los nuevos players roben negocio.
Roldán urgió la regulación de este nuevo entorno digital ante el riesgo de que en su ausencia se desarrolle al margen de las normas y por la dificultad que entraña el cumplimiento de aspectos como el control del blanqueo de capitales o la protección del cliente. En este punto lanzó el debate al aire de si el sistema regulatorio europeo es suficiente ágil para dar respuesta a un mundo tan dinámico.
Regulación "neutral"
La crisis y la proliferación de autoridades ha provocado una riada de normativas que presionan también los márgenes. La AEB pidió dar "por concluido" el proceso y el director general de la CECA que a futuro sea más equilibrada. Méndez reclamó que sea "neutral" respecto a los distintos modelos de negocio y tamaños de entidades. La complejidad para gestionar los nuevos requerimientos penaliza hoy, criticó, a las entidades menores porque deben dedicar más esfuerzos de forma proporcional.