Banca y finanzas

Esther Puigcercós: "La banca andorrana se centrará en el negocio con el fin del capítulo de BPA"

  • "Estamos listos para financiar a las empresas que se instalen en Andorra"
Esther Puigcercós, Directora general de la Asociación de Bancos Andorranos (ABA). Imagen de Luis Moreno

Mañana se cumple un año de la intervención de Banca Privada de Andorra (BPA). El 10 de marzo de 2015, el FinCEN, organismo dependiente del departamento del Tesoro de Estados Unidos, clasificaba a BPA como una preocupación "de primer orden" en materia de blanqueo de capitales y señalaba que había detectado prácticas fraudulentas. Banco Madrid, un año después permanecen abiertos varios frentes judiciales. 

Este anuncio provocaba que el Gobierno de Andorra tomara el control de BPA -y el Banco de España de Banco Madrid- y ponía en marcha un proceso de reestructuración, que en los últimos días ha alcanzado un punto de inflexión. El pasado 19 de febrero, FinCEN afirmaba que BPA, concretamente el banco bueno que ha surgido de él, Vall Banc, ya no era peligroso.

Por su parte la Areb -que se asemeja al Frob español- anunció ayer que, según el estudio que ha realizado PWC, el 92,6% de los clientes de BPA están en condiciones de ser traspasados a Vall Banc. Esto podría impulsar el proceso de subasta. Asimismo, este informe ha detectado 923 clientes sospechosos de blanqueo de capitales, que equivalen a 1.000 millones del volumen de negocio de BPA -un 19% del total-.

Estos últimos acontecimientos provocan que el sector se vea más cerca de poder pasar página a unos meses complicados y de centrarse en "hacer banca privada", tal como afirma Esther Puigcercós, directora general de la Asociación de Bancos Andorranos (ABA).

Mañana se cumple un año de la intervención de BPA, ¿qué recuerda de aquellos días?

Ha sido un año duro, que vino después de una primera semana salpicada de numerosos acontecimientos. Los bancos corresponsales cortaron las líneas con BPA y el Gobierno tuvo que intervenir el banco. Teníamos un gobierno en funciones y no existía una ley de reestructuración financiera, por lo que se tuvo que acelerar la transposición de la normativa europea en esta materia, para homologar completamente el proceso. Esta ley se aprobó en abril.

¿Cómo tranquilizaron a los clientes? ¿Sufrieron fuga de capitales?

Como asociación, explicamos a los clientes, a los stakeholders y a los bancos corresponsales, que lo que había sucedido era un caso puntual de presuntas malas praxis de una entidad, pero no del resto. De hecho, a pesar de este año tan complicado, el sector -Andbank, MoraBanc, Crèdit Andorrà y BancSabadell d?Andorra- ha conseguido crecer en su conjunto en 2015. Los recursos gestionados aumentaron un 2,3%, hasta los 44.982 millones de euros, mientras que los depósitos crecieron un 3,5% respecto a 2014.

¿Quién se quedará con Vall Banc?

No lo sabemos. Las cuatro entidades bancarias de la asociación están en proceso de due-diligence para su compra, pero no puedo entrar a valorar cómo va a terminar el proceso. Por ahora, trabajan en ofertas vinculantes.

¿No se han visto afectados ni por la intervención de BPA ni por otros factores, como el juicio a la Familia Pujol, que se están celebrando?

Tanto el Gobierno de Andorra, como su banca, puso en marcha hace años una hoja de ruta y un plan estratégico de país. Concretamente, en finanzas nos homologamos con el resto de plazas, no sólo en normativa bancaria, sino también en transparencia, firmando acuerdos de intercambio de datos. Hace un mes y medio, se firmó el de intercambio automático con la Unión Europea (UE). Esto no es fruto del Caso BPA. Es fruto de una estrategia que iniciamos en el año 2000.

¿Les beneficia haber salido de la lista de paraísos fiscales en 2009?

Es mucho más que eso. El país se ha ido transformando poco a poco. En 2000 se aprobó la primera ley de prevención de blanqueo. En 2009, se firmó la declaración de París, que impulsó el intercambio de información fiscal con otros países, que ahora mismo ya son 26. Fue ese ejercicio cuando se sale de la lista de paraísos fiscales. En 2011, adicionalmente, se firmó un acuerdo moneta- rio con la UE. A través de él, el Principado tiene seis años para adaptarse a la normativa bancaria europea. Además, Andorra ha solicitado la asociación a la UE.

¿El proceso de internacionalización del sector ha estado detrás del crecimiento logrado en 2015? ¿Será extensible a este año?

No tengo datos desagregados, pero ha sido clave. El crecimiento va en línea con el proceso de expansión que están viviendo las distintas entidades. Es imposible crecer 10 veces más que la economía. No obstante, en Andorra también existen nuevas alternativas de negocio. El Gobierno está impulsando que las empresas se instalen en el país, con el argumento de la estabilidad política y las ventajas fiscales. Nosotros estaremos ahí para ofrecer crédito a las que lleguen. Sobre este año, todavía es muy prematuro adelantar datos.

¿Están replanteándose entonces su modelo de negocio?

No. Nuestro core business es la banca privada. Otra cosa es que ofrezcamos crédito a las empresas que se instalen aquí. Nuestro objetivo para este año es que, una vez cerremos el capítulo de BPA, podamos hacer lo que sabemos hacer, que es banca privada.

¿Qué valor añadido ofrece su modelo de gestión patrimonial?

Tenemos los mejores especialistas del mercado y una larguísima trayectoria. Llevamos más de noventa años haciendo banca privada y lo que podemos ofrecer a nuestros clientes es este alto nivel de especialización y también diversificación geográfica.

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