
El Santander se ha convertido en el segundo banco privado de Portugal tras ganar la puja por los activos saneados de Banif. El grupo español, por tanto, aumenta 2,5 puntos de cuota de mercado en el país vecino en préstamos y depósitos, hasta el 14,5%, al quedar vencedor en la subasta pública de la octava entidad lusa, en la que han participado el Popular y varios fondos de inversión.
La institución presidida por Ana Botín pagará 150 millones de euros, en una operación en la que prácticamente logra su objetivo de cuota. Tenía previsto alcanzar en el medio plazo el 15%.
En un comunicado, el Santander destacó ayer que Banif aporta 150 oficinas y 400.000 clientes, además de un volumen de depósitos de casi 6.000 millones.Además, subrayó que es relevante en los archipiélagos de Madeira y Azores.
Condiciones del acuerdo
Según las condiciones del acuerdo alcanzado con las autoridades, el Santander contará con un esquema contra pérdidas vía provisiones por la cartera de negocio que pasará a sus manos por un importe cercano a 300 millones.
Botín consideró que la adquisición supone una "muestra más de la apuesta del Santander por Portugal, uno de los principales países del grupo". "Estamos totalmente comprometidos con el desarrollo económico de Portugal y vamos a poner todas nuestras capacidades en apoyar el progreso de las personas y de las empresas de aquellas comunidades en las que desarrollamos nuestra actividad".
El Santander ya intentó hacerse con Novo Banco -antiguo BES- en la puja que ha sido aplazada y en la que quedó finalista el chino Angbang.
La operación tendrá un impacto inmaterial en el capital del banco español y reportará beneficios mínimos desde el primer ejercicio, informó el banco español.
Ayudas de 3.000 millones
La transacción ha tenido que recibir el visto bueno de Bruselas por las ayudas públicas que implica. La Comisión Europea ha aprobado una inyección de 3.000 millones para la resolución de Banif, cuyos activos tóxicos serán liquidados. El banco luso ya había percibido 1.100 millones de fondos públicos para su saneamiento, de los que había devuelto 275 millones.
Los nuevos recursos, además de afrontar el coste de las pérdidas cubiertas por los activos traspasados al Santander, servirán para resolver la entidad por un importe de 2.250 millones. El plan contempla otra ayuda de 422 millones para los activos que se transferirán a una especie de banco malo.
En las últimas semanas, las autoridades lusas han estado negociando una solución para la crisis de Banif, que contaba con un abultado déficit de capital y su negocio era inviable. El Gobierno llegó, incluso, a plantearse la posibilidad de poner en marcha su cierre para final de año si no conseguía ofertas por los activos saneados.
El Ejecutivo socialista de Portugal descartó ayer que las nuevas ayudas pongan en peligro el cumplimiento del déficit público pactado con Bruselas, del 3%, porque no se contabilizarán en los presupuestos ordinarios para calcular esta variable.
Desde Bruselas se valoró positivamente las medidas adoptadas para dar una salida ordenada a Banif y para que ?un banco robusto adquiera una amplia parte de sus actividades, para beneficio de sus clientes?.