
Los grandes fondos de Noruega y California, junto a diferentes vehículos de Canadá y de otros estados de EEUU, votarána favor de las propuestas de Banco Sabadell en las juntas del próximo miércoles: apoyarán la venta del británico TSB Bank al Santander por 2.650 millones de libras (unos 3.100 millones de euros) y destinar 2.500 millones de euros al pago de un dividendo extraordinario cuando se cierre la transacción, prevista para el primer trimestre de 2026, una vez reciba las correspondientes autorizaciones regulatorias.
El fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo con unos 1,67 billones bajo gestión, ha avanzado el respaldo, como también los fondos de los planes californianos de pensiones Calpers y Calstrs; el vehículo gemelo de pensiones en Canadá British Columbia Investment Management Corporation (BCi); el fondo Florida State Board of Administration (SBA) y el de pensiones New York City Comptroller y Calvert Investment, gestora perteneciente a Morgan Stanley.
Son indicaciones de votos anticipadas que realizan algunas firmas en un ejercicio de máxima transparencia, sin que estén obligadas a ellas. Su visión coincide con la posición finalmente adoptada, salvo rarísimas ocasiones donde han mutado el sentido en el último minuto como ocurrió con Norges en la junta de Ferrovial, cuando rectificó y allanó su mudanza a los Países Bajos.
El fondo noruego Norges está presente en el capital del Sabadell desde 2018 y hoy es el séptimo mayor accionista, con una participación del 2,177%. El resto tendrían participaciones inferiores al 1%, umbral a partir del cual están obligados a publicar su inversión según el régimen de opas, pero su posición podría anticipar el diagnóstico de los institucionales.
El mayor accionista del banco vallesano es BlackRock, con un 6,856% y no desvela con antelación el sentido de su voto en las juntas, aunque sí publica una guía sobre los criterios que aplica. Es también el mayor accionista de BBVA, con un 7,158%, pero en su guía deja claro que analizada cada transacción de manera independiente y garantiza votar siempre en favor de los intereses de los accionistas en cada compañía.
"Evaluamos las fusiones o adquisiciones propuestas analizando el resultado financiero para nuestros clientes como accionistas minoritarios", refiere en la guía, donde explica que, antes de decidir, consulta a los gerentes de las empresas para que faciliten "una evaluación de la justificación estratégica y financiera de la transacción propuesta, junto con sus riesgos operativos y de ejecución".
Una decena de inversores institucionales controlan más del 30% del Sabadell. Junto a BlackRock, las mayores posiciones las declaran Zurich (4,70%), el consejero del banco David Martínez a través de varios vehículos como Fintech (3,495%), Dimensional Fund Advisor (2,873%), Norges Bank (2,177%), Goldman (2,879%) y Vanguard (1,338%).
El banco presidido por Josep Oliu ha movilizado su red para recoger el máximo número posible de delegaciones de votos entre los minoritarios y cuenta con la recomendación también de votar a favor por parte de los proxies Institutional Shareholder Services (ISS), Glass Lewis y el español español Corporance.
Los tres proxies desvinculan la venta del TSB del desarrollo de la opa de BBVA y aconsejan aprobarla porque supone "una transacción atractiva" que permite a Banco Sabadell "reorientar" la actividad hacia "su mercado principal", que es España. Ponen de relieve los múltiplos de la venta -1,5 veces libros con un múltiplo de beneficios del 10,5- y explican el macrodividendo porque Sabadell tiene por objetivo repartir el capital excedentario por encima del 13% CET1. Con la venta de TSB incorpora más de 400 puntos básicos de capital.
Programas de recompras
Banco Sabadell mete más presión a la opa de BBVA por la vía de la remuneración al inversor. La entidad ha adquirido otro 5,003% de su capital con el último programa de recompras de acciones lanzado en mayo con un presupuesto máximo de 755 millones de euros e iniciará las actuaciones pertinentes su amortización.
El objetivo es mejorar el atractivo del banco como inversión elevando con el beneficio por acción, algo "consustancial a la disminución del número de acciones", explicó el banco ayer en un comunicado a la CNMV.
La entidad vallesana ha adquirido este año 6,849% de sus acciones a través de dos programas por más de 1.000 millones: uno, que tuvo que interrumpir por la opa y luego reactivó, por hasta 247 millones, y el que acaba de completar. Con estos planes, ejecutados por Goldman Sachs, mejora el rendimiento para el inversor al retirar las acciones adquiridas de cotización y reforzar así, de forma indirecta, sus cuotas accionariales y su derecho a cobrar dividendos futuros.
Sabadell ha puesto el foco en el inversor para seducirle también a futuro y que no vaya a la opa. La entidad ha prometido 6.300 millones de remuneración entre 2025 y 2027, y BBVA ha emulado estrategia con el compromiso derepartir 36.000 millones en cuatro, sin incorporar en sus cálculo al Sabadell. Ambas cifras rondan el 40% de sus valores bursátiles.