El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) limó sus reservas destinadas a cubrir siniestros en casi 2.800 millones de euros tras tener que asumir la gran mayoría de los costes provenientes de daños de la DANA de Valencia, acaecida el pasado mes de octubre.
Lo cierto es que en el pasivo del balance del Consorcio, las provisiones sí que recogen una cifra de 4.566 millones de euros. Por poner en contexto de la gravedad de la DANA, el año anterior esa cifra apenas era de 587 millones. Las últimas estimaciones del organismo, dependiente del Ministerio de Economía, es que las inundaciones de Valencia costarán unos 4.800 millones de euros.
Por ello, la rebaja en las reservas del CCS se antoja escasa. Y es que esta especie de aseguradora pública, que se encarga principalmente de cubrir sucesos climatológicos extremos y extraordinarios –a excepción de algunos como los de nieve o granizo–, también tiene otras actividades que han ayudado a paliar la pérdida de fondos. La principal, como cualquier aseguradora, es la gestión de fondos. Esa hucha que acumula el organismo no permanece quieta, sino que lo que hace es invertir, fundamentalmente en renta fija (86%), ya que tanto el CCS como el resto de compañías privadas tienen poco margen para estar expuestas a la volatilidad.
Precisamente el destino de esos fondos es lo que ahora está beneficiando al Consorcio. La escalada de tipos de interés, que comenzó en 2022 hasta el verano pasado, ha hecho que las aseguradoras hayan podido aprovechar el momento y obtener rentabilidades no vistas desde antes de la crisis financiera de 2008. El margen financiero del CCS se ha más que duplicado en un año por este motivo, pasando de 201,4 millones a 526,9 millones, con un ratio de margen sobre primas que ha pasado de niveles del 18% al 45% en apenas un ejercicio.
Unas pérdidas históricas
Durante años, el CCS, que se financia a través de recargos públicos en las pólizas de seguros, no ha tenido grandes siniestros por los que tuviera que rascarse el bolsillo para pagar a los asegurados. O al menos no provocaron que las reservas descendieran, ya que no eran suficientemente grandes y lo compensaba con los ingresos anuales. Pero la DANA lo ha cambiado todo, ya que los costes son equivalentes a entre cuatro y cinco años de ingresos.
Esto ha hecho que, a pesar de que los ingresos por primas crecieran en 70 millones entre 2023 y 2024, el margen técnico de la actividad aseguradora fuera negativo. Las pérdidas, de 3.500 millones de euros, son históricas: jamás el Consorcio ha registrado una cifra similar en un año, donde la siniestralidad ha alcanzado los 5.191,4 millones.
Pero a pesar de ello, otros ramos cubiertos por el Consorcio, como el seguro agrario, este año han sido un sostén extra para las cuentas del organismo junto a la ya mencionada rentabilidad financiera. Mientras 2023 fue el lastre para el resultado, consolidando unas pérdidas de 397 millones, el pasado 2024 fue completamente opuesto, resultando un beneficio de 106,5 millones.
La ausencia de grandes eventos climáticos en los que tuviera que intervenir el seguro agrario fue la clave, puesto que la siniestralidad se redujo ocho veces comparada con la de 2023. Apenas le supuso costes por valor de 67 millones, mientras el ejercicio anterior el importe ascendió a 542 millones. De igual forma, la rentabilidad financiera se duplicó también en este ramo, pasando de 11,6 millones a 21,7 millones.
Liquidación de aseguradoras
Asimismo, otra de las fuentes de beneficios del Consorcio es la liquidación de aseguradoras. El pasado ejercicio, según el informe, ejecutó la de la Mutualidad Escolar de Previsión Social del Colegio Paraíso de los Sagrados Corazones de Madrid, y avanzó en el proceso para cancelar otras 11 entidades y eliminó del registro a Seras y Mas Vida.
Las reservas procedentes de liquidaciones alcanzaron los 2.687 millones a cierre del ejercicio, una cifra creciente gracias a la mayor rentabilidad de los márgenes financieros. En caso de que las compañías a liquidar no tengan suficientes fondos para hacer frente a los asegurados –un dato que creció un 6,3%–, el organismo tendrá que usarlas.
Reaseguro de crédito: 38,5 millones para el Tesoro
El Consorcio de Seguros ha traspasado 38,5 millones al Tesoro Público correspondientes de la reserva del reaseguro de crédito. El CCS, tanto en la crisis financiera de 2008 como en la del Covid-19 de 2020, implantó una cobertura de reaseguro a las compañías que cubrían el riesgo de crédito y caución para respaldarlas, ya que son momentos de incremento de siniestralidad y que pueden generar problemas de viabilidad. Al haber finalizado la actividad, el CCS devuelve esos fondos no utilizados.