
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha exigido al Consejo General de Muface una reunión para analizar cómo ha quedado el nuevo concierto sanitario tras varios desencuentros entre aseguradoras y hospitales y centros de salud.
El Gobierno sacó adelante la mutualidad de los funcionarios no sin antes ejecutar una subida de las primas histórica, del 41,2% para los próximos tres años, es decir, hasta finales de 2027. Adeslas y Asisa finalmente aceptaron esas condiciones, mientras DKV se cayó del proceso. Ahora, todos sus mutualistas (unos 200.000) han tenido dos opciones durante el mes de mayo: cambiarse a cualquiera de las otras compañías que ha permanecido, o bien irse a la sanidad pública.
Además de querer conocer el desenlace de estos pacientes y sus tratamientos, CSIF también quiere profundizar sobre los "tira y afloja" entre compañías y proveedores sanitarios. Porque a pesar de que la partida presupuestaria es la más grande jamás vista en Muface, las pérdidas en las que han estado sumidas las aseguradoras, que además afirman que mantendrán en este concierto (aunque de forma reducida) han limitado ese "traspaso" de la prima a hospitales y centros médicos.
En los últimos meses, grandes grupos como HM Hospitales habían renunciado a atender a nuevos mutualistas, también de los otros sistemas (Isfas y Mugeju). Finalmente Asisa anunció una mejora en los honorarios de un 12%, mientras que Adeslas ha llegado a un acuerdo in extremis con el grupo para que sus hospitales también estén en el cuadro médico de la aseguradora, aunque no se han desvelado las nuevas condiciones del pacto.
Desde CSIF afirman que valoran "de manera positiva el acuerdo", aunque resalta que han recibido denuncias de recortes de cuadros médicos y tratamientos del grupo hospitalario Quirón en diferentes puntos de España, por lo que instan a Muface "a que investigue estas denuncias para garantizar que todos los mutualistas siguen recibiendo una asistencia sanitaria de calidad".