Asisa requerirá de un gran esfuerzo económico y asistencial tras el comunicado de DKV en el que confirma su rechazo a la oferta del incremento de las primas del 33,5% hasta 2027 del Gobierno por Muface. La aseguradora que pertenece a la cooperativa sanitaria Lavinia se queda sola, siendo esta la segunda más importante de la mutualidad de los funcionarios con casi 364.000 asegurados, un 34% de aquellos que escogen la opción de un seguro frente a la sanidad pública. Solo la supera Adeslas, que tiene algo más de medio millón de asegurados.
Ahora, con la marcha definitiva de esta y la reciente confirmación de la salida de DKV por las pérdidas que les supondría este nuevo concierto a tres años vista, Asisa tendría que acoger a los mutualistas de ambas aseguradoras. Esto implica que la compañía ganaría de golpe unos 700.000 clientes, un cuarto de la cartera de usuarios actual del grupo.
Donde más nuevos usuarios ganaría Asisa sería en Andalucía (155.000); Cataluña (93.000); y Madrid (87.000), pero la mayor presión se trasladaría en la región catalana y en Galicia, que es donde la aseguradora posee menos representación y, por ende, también tiene menos medios.
El caso gallego es el más remarcable, ya que apenas 2.000 funcionarios están adheridos a Asisa en Muface de los 63.000. Es decir, con una cuota de mercado del 3%, pasaría a partir de abril al 100% y 60.000 nuevos pacientes –si no cambian a la pública–. En la región catalana, el caso no es tan profundo, ya que su cuota de mercado en Muface es del 9,7%, aunque si las otras dos aseguradoras se marchan, 90.000 pacientes se irían o a Asisa o a la sanidad pública.
Requisitos mínimos
Según los pliegos técnicos que publicó Muface, las entidades que se presenten deben garantizar, al menos, en los municipios de 5.000 habitantes o menos un pediatra. A partir de ahí, las exigencias suben: en las localidades de hasta 10.000 habitantes tiene que haber médico general y enfermería; en los de más de 10.000 también tiene que haber fisioterapeuta y odontoestomatólogo; en los de más de 20.000 se garantiza podología y matrona; en las ciudades de más de 100.000 tiene que haber servicios de atención primaria en todos los distritos; y en las capitales de provincia tendrá que haber tres puntos de atención diferentes.
En caso de que la entidad no disponga de medios propios o concertados, tiene que garantizarlos de igual forma y pagar por los servicios al proveedor de turno, que incluso puede ser la sanidad pública.
Además de un mayor coste a la hora de afrontar estos casos, Asisa también se podría enfrentar al aumento de tiempo en las listas de espera por acoger tantos nuevos pacientes en apenas tres meses, perjudicando no solo al servicio de los propios mutualistas, sino al resto de asegurados de la compañía.