Banca y finanzas

La aseguradora Chubb pagará millones a las grandes fortunas catalanas por la estafa de Q-Renta

  • Hará frente a las indemnizaciones de la agencia de valores quebrada
Foto: iStock

La aseguradora americana Chubb hará frente a las indemnizaciones para los clientes de la agencia de valores Q-Renta, que denunciaron ante la deuda pendiente que tenía la compañía con sus clientes.

De esta manera, la sentencia dicta que tendrá que ser Chubb la encargada de responder a la sanción ya que disponía de un seguro de gestión de activos. La póliza cubría, entre otras cosas, cualquier reclamación resultante de la gestión de patrimonios. También se incluyen las cantidades que la aseguradora se viera obligada a pagar en relación con daños y perjuicios.

La sanción proviene de una denuncia conjunta presentada por la agrupación de usuarios financieros Asufin, que actuaba en representación de uno de sus asociados. Este mantenía una deuda a su favor de un importe de 82.000 euros, cantidad que procedía de una sentencia previa que obligó a Q-Renta a indemnizar al cliente por daños derivados de su actividad de gestión de activos y asesoramiento financiero.

Qué es Q-Renta y cuándo nace el conflicto

La agencia de valores Q-Renta nació, como cualquier otra, para intermediar entre los inversores y los mercados financieros, facilitando la compra y venta de activos, bonos y fondos de inversión entre otros. Pero ésta en concreto sufrió varios expedientes sancionadores por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por manipulación de mercado, incluyendo la sobrevaloración de carteras y la alta concentración de inversiones en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB, ahora BME Growth), muy volátil y con baja liquidez.

Por ello, en primera instancia la CNMV la multó hace tres años con 2,075 millones de euros por su inadecuada gestión de conflicto de interés en el asesoramiento de productos, además de recibir anteriormente otra sanción de 480.000 euros cuando la CNMV suspendió los reembolsos de dos fondos gestionados por problemas de iliquidez.

Esta gestión deficiente derivó en que Q-Renta acabara en concurso de acreedores, tras no ser capaz de hacer frente a las indemnizaciones a los clientes por valor de algo más de 3 millones de euros. Se la condenó, principalmente, por una asesoría deficiente, ya que. según dice la sentencia, no se daba una información clara sobre los riesgos de la pérdida de inversión, por lo que la pérdida patrimonial puede imputarse a la insuficiencia de la información.

Ahora bien, esos clientes no eran, además, completos desconocidos. Quien ha comandado la operación de la denuncia ha sido Fernando Gavín, abogado de Gavín y Linares, pero junto a él hay otras grandes fortunas de la región que también depositaron su confianza (y sus fondos) en Q-Renta.

La americana Chubb, la encargada de responder

Ante la situación de quiebra técnica de Q-Renta, los demandantes también hicieron las reclamaciones correspondientes contra la aseguradora con la que tenía contrato la agencia de valores: la americana Chubb. Esta compañía en España está centrada en la protección de empresas de todos los tamaños, con seguros de responsabilidad civil, daños y líneas financieras. En Estados Unidos también tienen otras líneas de negocio, como accidentes o salud, entre otros.

Ahora, esta aseguradora tendrá que hacer frente a la demanda ganada, pero se le viene una oleada mucho mayor. Según datos de Asufin, este fallo "abre la puerta" a que el resto de afectados por Q-Renta puedan recuperar las indemnizaciones que tenían pendientes, con una media de 200.000 euros por afectado. Hay más de 30 demandas pendientes.

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