El Consorcio de Compensación de Seguros (CCS) vive unas semanas de ajetreo por todo el desastre que causó la DANA en Valencia principalmente, aunque también afectó a otras localidades de Cuenca y Albacete. La magnitud del evento ha hecho que sea el siniestro con más reclamaciones registradas en la historia de la entidad, que ha valorado que los destrozos tendrán un coste de 3.500 millones de euros, que sería el equivalente a entre tres y cuatro años de ingresos.
En cada seguro privado que una persona individual, un comercio, o una gran empresa contrate con una compañía, existe un pequeño recargo obligatorio en todos los productos y por el cual se financia el CCS. Este es insignificante en la prima final, puesto que en los casos del seguro de hogar apenas representa el 0,07 por mil del precio final, y en los seguros de automóviles supone unos 2,10 euros por vehículo.
De ahí el Consorcio logra el grueso de los ingresos, que de media en la última década fueron de 838,3 millones de euros. Por lo general este indicador va en ascenso, ya que tiene correlación con las primas, por lo que si suben los precios también lo harán los ingresos del CCS.
Además, esta entidad, que en función de los márgenes de cada año destina ese dinero a un fondo de reserva para poder indemnizar a los asegurados en este tipo de siniestros, también destina parte de ese flujo a inversiones para rentabilizarlo. "Los márgenes que obtenemos cada año no los guardamos en un cajón, están en movimiento y sacamos rentabilidad con ellos", aclaró el director general de Seguros y presidente del CCS, José Antonio Fernández de Pinto.
En concreto, el año pasado el margen financiero fue de 156,5 millones de euros, con un ratio sobre primas del 17,7%. Esta partida suma de media en la última década 138 millones, por lo que la suma entre los recargos de primas y las inversiones se quedaría en los 976,8 millones de euros.
Otras actividades
A esos ingresos hay que restarle la razón de ser del Consorcio: el pago de siniestros, además de los gastos de explotación y los impuestos sobre beneficios. En el 2023, dentro de la actividad de aseguramiento general, la cuenta de resultados del CCS refleja un capital sobrante (beneficios) de 377,6 millones después de impuestos, que se destinan a la reserva de estabilización. En total esta acumula 9.938,6 millones netos, por lo que la DANA supondrá una disminución de casi un 30% de estos fondos.
Pero el Consorcio también asegura otro tipo de actividades. Su otro ramo principal es el agrario, que supuso 146 millones de ingresos el año pasado, así como su actividad liquidadora de aseguradoras, que reportó unos recargos de 66,9 millones. Por último, también actúa como reaseguradora de crédito y administra el fondo de compensación de años medioambientales. Sumando todo ello, los fondos de reserva netos son de 12.842 millones de euros, por lo que las indemnizaciones por estas inundaciones supondrán algo más un cuarto del total de los fondos.
Es el ramo del seguro agrario el más deficitario para el Consorcio, en especial en el último año. La siniestralidad hizo que el margen técnico aquí fuera negativo por casi 400 millones de euros, el máximo en la última década por mucha diferencia, ya que el 2017, que es el segundo peor registro, el seguro obtuvo unas pérdidas por valor de 104 millones. Este fue el culpable de que el Consorcio obtuviera el peor resultado en la década, con un beneficio de 29,6 millones.
Las reclamaciones registradas son comparables a las acumuladas por diez años
Para comprender la magnitud de la DANA, compararlo con otros siniestros similares puede ser significativo. Tan solo la Tempestad Ciclónica Atípica Klaus (TCA), en enero de 2009, supera a este fenómeno en cuanto a número de reclamaciones pero no en costes.
De los 3.500 millones estimados por el Consorcio para las inundaciones de Valencia con unas 220.000 reclamaciones, lo que hace que la relación entre ambos valores sea 15.900 euros por reclamación, está muy lejos de los 2.460 euros de Klaus, ya que tuvo más incidencias (265.000 casos) pero con menor coste (653 millones). Ningún otro siniestro se le acerca ni en cuanto a expedientes ni en indemnizaciones.
Y es que tan solo nueve días después de aquel 29 de octubre, las solicitudes ya alcanzaban las 116.000, diez veces más que lo que se registró en el mismo tiempo en el terremoto de Lorca y casi el doble de todas las que hubo en la DANA de septiembre de 2019, que afectó al sureste peninsular.
Según el registro elaborado por la propia entidad desde 1987 hasta 2023, el número de casos reclamados por asegurados en casos de inundación ascendieron a 849.600, por lo que en esta última DANA ha habido un cuarto del total de casi 40 años y un registro equivalente a diez años en siniestros de este tipo.
Comparando también la cuantía destinada a indemnizaciones, con todos los tipos de siniestro el Consorcio ha entregado a los asegurados 11.300 millones de euros en los últimos 37 años, con lo que el temporal de Valencia constituye un 30% del total en ese histórico.
Más siniestros
Además de inundaciones TCA, el Consorcio históricamente también ha actuado por otros casos, aunque algunos ya se encuentran en "desuso", como es el caso del terrorismo. El último gran evento que recoge el CCS fue el atentado en la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, que se saldó con dos fallecidos, hirió a una veintena de personas y provocó numerosos destrozos en las instalaciones y retrasos en vuelos. En total la entidad pública anotó 900 reclamaciones e indemnizaciones por 58 millones.