
El presidente de BBVA, Carlos Torres, está volcado de lleno en defender la opa sobre Banco Sabadell y tratar de convencer a los empresarios de que no perjudicará a su crédito. El banquero está llamando a representantes de asociaciones buscando promover reuniones para garantizarles personalmente que no sufrirán merma de financiación gracias a las diferentes medidas que proyecta poner en marcha BBVA cuando se ha abierto el calendario para que puedan personarse en contra de la operación ante la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC), según ha podido confirmar elEconomista.es.
Torres ya desplegó una intensa agenda al poco de lanzar la opa para cercar posturas, sobre todo, con los empresarios catalanes y valencianos, que se han mostrado contrarios a la transacción desde el inicio por el temor a sufrir perjuicios en su financiación -menor cuantía y más cara-. Cataluña es el lugar de origen de Sabadell y Valencia de la extinta CAM, integrada por el grupo, y son además las regiones donde la fusión tendría más impacto en negocio, sucursales y plantillas.
La CNMC ha reconocido en la "nota sucinta" divulgada para justificar la apertura de un análisis minucioso ("Fase II") que no puede descartar que la combinación de ambos bancos dañe el crédito, sobre todo el de pymes, porque ha detectado diferentes provincias en ambas comunidades autónomas donde radicarían "cuotas superiores al 30% en todos los productos de banca minorista analizados".
El epicentro de su actividad relacional está siendo los territorios con mayor rechazo inicial, Cataluña y Valencia. Y aunque con distintos tonos en la beligerancia -Pimec, por ejemplo, es muy crítica y Foment se mantiene más a la expectativa- no ha logrado por el momento que ninguna entidad se postule de manera pública a favor de su causa. Uno de los próximos asaltos lo tendrá en las jornadas económicas de S'Agaró, un feudo tradicionalmente socialista al que asistirá Peio Belausteguigoitia, el country manager de BBVA en España y no hay prevista representación de Banco Sabadell.
Las pymes y el suministro de su financiación están en el eje de la batalla entre BBVA y Sabadell para decantar la operación hacia el éxito o abortarla. El banco vallesano cifra en el 40% las pymes que enfrentarían problemas si desaparece la entidad catalana porque desaparecería uno de los grandes proveedores, siendo compañías que precisan trabajar con entre tres y cinco bancos.
BBVA limitó al 1,5% el solape de compañías que atienden ambos bancos, sin entrar en contabilizar las que verían su catálogo de entidades mermado por debajo de esos 3-5 proveedores. Para garantizar a Competencia que no sufrirán problemas de financiación y conseguir su aprobación en la "Fase I" puso sobre la mesa diferentes compromisos, que la CNMC juzgó insuficientes o no concluyentes.
Ante la CNMC y para defender sus intereses ya se han personado Foment del Treball, Pimec, la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), la patronal de empresarios de Pontevedra (Aempe) y la de Lugo (CEL), siguiendo los pasos de Sabadell. No lo han hecho por el momento las Cámaras de Comercio catalanas que, si todo va según lo previsto, deberían hacerlo durante de esta semana una vez se terminen de reunir los organismos necesarios para tomar una decisión de este calado.
Entre los compromisos presentados por BBVA a la CNMC figuran mantener las líneas de circulante (créditos hasta un año de plazo) que tenga Sabadell con empresas durante 18 meses, salvo deterioro financiero; y todo el crédito a pymes que no tengan otro proveedor distinto a ambos bancos durante año y medio. En municipios con menos de cuatro entidades garantiza que la nueva financiación será a precios no superiores a los fijados a escala nacional y conservará todas las sucursales de empresas.