
El Banco de España da el pistoletazo al colchón de capital anticíclico, una hucha que la banca tendrá que acopiar para encarar potenciales deterioros en épocas adversas. El objetivo del supervisor es que alcance un 1% de capital sobre las exposiciones de las entidades ubicadas en España, pero entra en vigor como un recargo del 0,5%, exigible a partir del 1 de octubre de 2025; y con la previsión de evaluar la activación del siguiente 0,5% a finales del próximo año.
El esfuerzo conjunto alcanzaría los 7.500 millones de euros conforme al volumen de los balances de las entidades a cierre de 2023, de forma que tienen un año para acopiar los primeros 3.750 millones al entrar en vigor el primer 0,5% a partir del cuarto trimestre del actual ejercicio.
Para su puesta en marcha, el organismo ha adoptado un nuevo marco de actuación que permite la activación del colchón cuando determine que los riesgos son intermedios. Con la metodología que estaba vigente hasta ahora solo estaba contemplada su activación cuando el nivel de riesgos sistémicos cíclicos fuese elevado.
El organismo argumenta el cambio para reforzar la resiliencia del sector bancario "a lo largo del ciclo macrofinanciero". "De forma destacada, durante las fases cíclicas adversas la liberación de este colchón de capital contribuirá a facilitar una provisión de financiación bancaria a la economía real más estable. De esta forma, el instrumento contribuirá a reducir la volatilidad cíclica del sistema financiero y de la economía española", explica el Banco de España.
El organismo anticipó su proyecto en mayo y ha sometido posteriormente la medida a consulta del sector, además de haber informado de su aplicación al Banco Central Europeo (BCE) y a la Autoridad Macroprudencial, Amcesfi. Aunque ha previsto aplicar otro 0,5% a partir de 2025 -sería exigible en el otoño de 2026-, el organismo tiene la facultad de revisar e, incluso, revertir este plan en caso de disponer de nueva información relevante que así lo haga aconsejable.
El Banco de España descartó impacto alguno en la economía y el crédito dado que las entidades pueden construirlo con los resultados del trienio 2024-2026, y disponiendo de un año de plazo para atender el coeficiente que se fije -ahora en el 0,5%-.
El objetivo de esta hucha es que las entidades puedan liberarlas cuando se materializan los riesgos cíclicos o perturbaciones que afecten al sistema financiero. La banca española se une así al amplio grupo de sistemas financieros que ya soportan un recargo que puede oscilar entre el 0% y el 2,5%, pudiendo de manera excepcional superar dicho umbral.
Cuando se anunció su puesta en marcha este tipo de hucha era exigible para la banca de Bulgaria en un 1,5%, para la de Croacia (0,5%), en República Checa (2,5%), Dinamarca (2,5%), Francia (0,5%), Alemania (0,75%), Irlanda (0,5%), Países Bajos (1%), Noruega (2,5%), Suecia (2%) y Australia (1%).